Capítulo 16: Con uñas y dientes (Actualizado)

40 6 1
                                    

Las escenas del pasado, extras y especiales serán narrados en tercera persona

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las escenas del pasado, extras y especiales serán narrados en tercera persona.

|Alfonso Monet|

Los padres de Anahí, Christian, Dulce, Christopher y yo nos encontramos en la fiscalía, todos compartiendo un aire de tensión y preocupación. La situación es desesperante. Estamos aquí para hablar con Anastasia, porque no es posible que Anahí esté presa y que nadie pueda visitarla.

Me siento inquieto, recorriendo la sala con la mirada. La injusticia de que alguien como Anahí, quien ha sufrido tanto, esté tras las rejas y sin visitas me enfurece. En la cárcel, la falta de dinero significa que se le niega lo más básico. Pueden hacerle cualquier cosa, y la idea de que esté sola en un lugar así me mantiene en vilo.

Gracias a Dios, sabemos que está bien por las llamadas que ha logrado hacer. Si no fuera por la amiga que ha conseguido en la cárcel, no sabríamos nada de ella. Esa pequeña conexión es lo único que nos da algo de alivio, pero no es suficiente.

—Esto no puede seguir así —dice Angela, mirando a los otros con enojo. —Si Anastasia no quiere que esto llegue a más, tendrá que permitir, aunque sea, que uno de nosotros visite a Anahí.

En ese momento vemos a Anastasia salir de su oficina, con esa sonrisa triunfante en el rostro que me provoca un nudo en el estómago. Su mirada se posa en Ángela y Roberto como si ya hubiese ganado esta batalla, y puedo ver cómo Ángela la observa, llena de furia y frustración contenida.

—¿Se puede saber qué tienes en contra de mi hija? —dice Ángela, acercándose a Anastasia, su voz cargada de desafío.

Anastasia sonríe con desdén, y su mirada se desplaza lentamente de arriba abajo sobre Ángela, como si evaluara su lugar en el mundo.

—Ángela, pensé que no te volvería a ver en mi vida. ¡Qué lástima volver a ver tu horrible carota! —responde Anastasia, con una falsa dulzura que solo alimenta la tensión en la sala. —Pero bueno, no tengo nada en contra de tu hija. Simplemente está donde debe estar porque cometió un delito, y ya.

Roberto, el padre de Anahí, toma la palabra.

—En primer lugar, mi hija no cometió ningún delito. En segundo lugar, que esté presa no significa que ni siquiera podamos verla...

Anastasia lo corta en seco, levantando la mano con un gesto de autoridad que apenas puedo soportar.

—No vamos a discutir aquí, con todo el mundo mirando—dice, mirando alrededor como si la situación le fuera indiferente. —¿Por qué no pasan a mi oficina?

Ella empieza a caminar, como si tuviera todo bajo control. De pronto, se detiene y agrega con frialdad:

—Solo los padres.

No puedo quedarme callado.

—Pasamos todos, Anastasia.—digo firme, adelantándome un poco.

Mis palabras parecen incomodarla. Anastasia rueda los ojos, claramente irritada, y después de un momento dice:

𝘿𝙖𝙣𝙜𝙚𝙧𝙤𝙪𝙨 𝙒𝙤𝙢𝙖𝙣 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora