02
me miré por última vez en el espejo, el vestido rojo que papá me había regalado para mi cumpleaños lucia lindo acompañado de mis zapatillas, retoque una última vez mi sencillo maquillaje y salí del cuarto a las escaleras, al final de ellas, mamá y papá me sonreían mientras cargaban un pequeño pastel de chocolate con velas encendidas.
bajé y les di una sonrisa al estar frente a ellos.
—pide un deseo— papá habló y cerré fuertemente mis ojos.
ojalá que este momento dure para siempre.
sople y abrí nuevamente los ojos, ambos me sonreían y mamá llevaba el pastel para cortarlo y comer un poco.
—mi pequeña hoy cumple quince, deja de crecer ya— me envolvió entre sus brazos e imite su acción, su hermosa colonia invadió mis fosas nasales, su abrazo se sentía cálido y reconfortante. me separó tomando mi rostro entre sus manos para darme un beso en la frente —te amo hija.
desperté agitada, un fuerte salto me levantó de la cama.
comencé a llorar al notar que aquello había sido sólo un sueño, comencé a golpear mis piernas al darme cuenta que estaba olvidando el sueño e inmediatamente me levanté de la cama para abrir las ventanas del cuarto.
la calle aún estaba oscura, el sol apenas aparecía pintando pequeños rincones con luz anaranjada, mire a mi espalda el reloj que colgaba en la pared, faltaban dos minutos para las seis de la mañana.
caminé hacia el baño al notar que ni siquiera me había bañado después de llegar del parque, el abrupto cambio horas de sueño me había afectado y apenas llegando a mi cuarto y tocando mi cama había caído rendida inmediatamente.
me deshice de mis prendas y abrí la llave de agua caliente para comenzar a nivelar la temperatura del agua. me senté sobre la cerámica del lava manos a esperar que la tina se llenara mientras me forzaba a mi misma intentar recordar mi sueño pero entre más me esforzaba a recordar poco a poco lo olvidaba por completo.
tomé una ducha rápida y salí de nuevo a buscar ropa abrigada, agradecía que la temporada de frío comenzara de nuevo pues ahora tenía más excusas para usar suéteres sin que la gente me mirase raro al usarlo en días soleados.
miré unos segundos por la ventana cómo el sol comenzaba a salir y a alumbrar por completo la ciudad, desde mi ventana lo poco que se veía eran los techos de las demás casa y los edificios a un par de calles lejos de la mía, al ver que nada llamaba mi atención miré nuevamente hacia el interior de mi cuarto al reloj , me apresuré a bajar para poder ver a mamá unos minutos antes de que entrara al trabajo.al bajar la pude ver arreglando su cabello frente al espejo de la sala y viendo su maquillaje, giró un poco sorprendida al verme cerca suyo y me recibió con una sonrisa.
—¿estás comenzando a despertar más temprano? eso es bueno mi cielo— tomó mi cabeza y dejó un beso en mi coronilla para después alejarse y dirigirse a la cocina, le seguí y pude ver cómo de la alacena sacó un paquete de fideos que comenzó a calentar con un poco de agua en la estufa —no creí que fueras a despertar y te iba a pedir comida a domicilio— una sonrisa apareció en sus labios mientras se recargaba en la cerámica de la cocina.
—no te preocupes, así está bien— tomé asiento frente a ella en el banco de la barra de la cocina.
—¿hoy irás de nuevo al parque?— asentí ligeramente y ella volvió su atención a la preparación de los fideos —¿aún tienes pastillas?, ¿es necesario que vayamos por nuevas?
—se acaban en una semana más.
—de acuerdo— un par de minutos después tomó un plato de la alacena y sirvió fideos para dejarlos frente a mi junto a un par de palillos —me tengo que ir ya— una sonrisa con un poco de pena se marcó en sus labios —te dejo dinero por si quieres comprar algo, si sales por favor mándame mensajes cada que puedas— asentí mientras metía un gran bocado de fideos a mi boca, mamá rió al verme y tomó mi rostro para depositar un beso en mi frente y después tomar las llaves del auto que se encontraban sobre la barra y salir de la cocina.
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ghosting. 𝘬𝘺𝘴
Fiksi Penggemardespués del suicidio de personas importantes en la vida de yena, la miseria y depresión habían tomado su ser. sentía que se le había arrebatado la oportunidad de vivir, y, desesperada buscaba una razón para deshacerse de aquellas voces y pensamient...