16
la casa se encontraba en silencio, como las últimas horas, como los últimos días. el silencio se había vuelto costumbre, escuchar mis pisadas, el ruido del refrigerador, de los autos pasando en la calle, del mundo siendo el mundo, mientras yo me quedaba en silencio, dejando el tiempo pasar.
no sabía decir si ya me había acostumbrado, pues casi toda mi vida siempre hubo ruido, al llegar a casa, al comer junto a mis padres, al momento de cocinar junto a mi madre, escuchando música, o cuando tocaba el piano en las noches mientras papá trabajaba en la sala, con mamá a su lado. aunque lo que era cierto, es que ya no me aterraba, ya no como antes.ahora el silencio sólo me había ayudado a aceptar cómo mi vida había cambiado, que las tardes comiendo con mis padres, o las noches tocando el piano ya no regresarían, ahora sólo quedaba esperar la fortuna de coincidir con mi madre, y poder compartir una comida con ella.
sin embargo sabía que ahora, había un fortuno diferente, uno que cambió mi rutina, que aparecía sin anuncio y su mera presencia llenaba por completo mi mente, pues era él quien la ocupaba entonces con sus pláticas. ahora mis momentos de silencio estaban acompañados de mis pensamientos, esperando por su aparición, y tenerlo frente a mí.
la paz de darle el lugar a mis sentimientos, entender qué eran y tenerlos presentes, me había hecho salir de mi laberinto de emociones, del cuál dudaba qué camino tomar, o qué me esperaría al equivocarme de dirección, pero como en todo, siempre llegaba al final, con la misma deducción, me gustaba yeosang, y no había algo más que hacer.pese a que mis maneras de llegar a él, eran casi nulas, no me quedaba de otra que por cuenta propia salir a "buscarlo", claro que el significado de buscar, en mi caso, era toparmelo, pues de saber dónde encontrar a yeosang sabía entre poco y nada. sabía que patinaba, (pero no a qué hora y qué días solía ir) que le gustaba escaparse en las noches, (pero era más que obvio que era de día, y a como él me había contado, "escaparse" había cambiado de contexto) y que dentro de sus escapadas solía visitar una casa abandonada (a la cual ni loca iba sin su compañía). y toparmelo en alguno de los lugares donde me había llevado era hasta cierto punto, sin sentido, pues él mismo era quien me había confesado que sólo se topaba con ellos.
después de un par de horas tomé la decisión de salir de casa, pues ya no estaba en posición de darle tiempo al tiempo, seguramente yeosang me llamaría desesperada, y como siempre, no se equivocaría.
aún habían muchas dudas en mí. si, había aceptado que gustaba de yeosang, lo tuve más claro desde que se lo confesé aquella noche, pero ahora necesitaba saber más, pues mi confesión quedó sin respuesta. ¿qué pensaba yeosang?, necesitaba desesperadamente una respuesta, saber qué era lo que él sentía.apenas dí un par de pasos fuera de mi casa pude ver el cielo con más panorama de lo que pude ver dentro, el día no era tan soleado, y se podían ver nubes grises anunciando la posibilidad de una lluvia. así que antes de seguir andando, entré de nuevo, corriendo hasta mi cuarto, en busca de mi paraguas y una bolsa de manta para poder cargar mis cosas; mi cartera, mi celular, mis audífonos, una pequeña botella de agua, y ahora, mi paraguas. ahora fue más fácil emprender mi camino, a quién sabe dónde, pues sólo vagaba entre ir al parque, o caminar hasta encontrar algún lugar donde comprar algo ligero de comer.
decidí sacar mis audífonos para escuchar música mientras caminaba, reproduciendo mi playlist que afortunadamente había cambiado, ya no era la música deprimente que solía escuchar a diario, ahora habían canciones alegres, y alguna que otra de la banda que yeosang me había recomendado una canción. mi camino hasta el parque fue silencioso, a pesar de este estar lleno de niños corriendo por todos lados, y adolescentes sentados en el pasto, riendo a carcajadas, y así fue mi camino hasta llegar a la pista, donde no hallé ni una sola pista de su paradero, no habían más que otras personas patinando. la opción de preguntarles por yeosang quedaba descartada, pues como había notado ya, ninguno era amigo suyo, ninguno pudo haberlo visto.
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ghosting. 𝘬𝘺𝘴
Fiksi Penggemardespués del suicidio de personas importantes en la vida de yena, la miseria y depresión habían tomado su ser. sentía que se le había arrebatado la oportunidad de vivir, y, desesperada buscaba una razón para deshacerse de aquellas voces y pensamient...