𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 10 : 𝐿𝑎 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑎 𝑏𝑎𝑙𝑎

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Caminamos durante lo que parecieron horas, el crujir de las hojas bajo nuestros pies no era molesto más bien llenaba un silencio para nada incómodo pero lleno de dolor.

- Estoy cansada - Gabi tenía razón, teníamos que parar en algún lugar.

- Seguiremos un poco más, hacia allí - señalé una zona en la que parecía que se abría un poco el bosque, al menos una pequeña zona - ¿Os parece bien?

- Si, vamos - Pieck seguía sujetándome la mano, Gabi se había escurrido de la mía porque el rifle que sujetaba era demasiado pesado, quise cogerlo pero se negó. El caso es que la sensación de estar de la mano con ella me daba la tranquilidad que necesitaba.

Paramos 5 minutos después, no íbamos demasiado rápido porque estábamos cansadas.
Empecé a quitar el cordón de la bota que me regaló mi novia, aunque habiendo muerto, ¿todavía se seguía considerando mi novia?

- ¿Que haces? - Gabi tenía una mirada curiosa, dejé de lado mi dolor por un rato y le mostré mi mejor cara.

- Fuego, ¿quieres aprender? - pude distinguir como se le abrieron los ojos y abría la boca en forma de O.

- Sii - estaba incluso emocionada - aunque, ¿como haces fuego con un cordón? - levanté un dedo pidiendo que esperara, Pieck se había sentado frente a mí mientras yo buscaba un par de ramas. No se veía mucho, estaba oscuro y comenzaba a hacer mucho más frío.

- Gabi encuentra piedras.

Encontré dos bastante óptimas, también cogí hojarasca seca y un poco unas pocas más ramas. Gabi había encontrado bastantes para mi sorpresa, no podíamos hacer un fuego muy grande por si los caminantes nos veían pero haríamos guardias.

Até el cordón en una de las dos ramas, Pieck y Gabi estaban muy atentas a mis movimiento.

- ¿Ninguna de las dos sabía hacer fuego? - negaron lento mientras observaban como lo hacía. Hice unas especie de arco con el cordón y una de las ramas, coloqué hojarasca sobre otra rama pequeña y comencé a moverlo muy rápido. Tardé un par de minutos en conseguir un buen resultado, hacía mucho que no necesitaba hacer esto.

Salió un poco de humo y esa era la señal.

- Cuando salga el humo - me puse apoyando las rodillas y codos al suelo y me acerqué lo máximo que pude - soplais muy flojo - empecé a soplar muy despacio, una llama surgió de la hojarasca, la cogí antes de que se consumiera y la pose bajó la pequeña cantidad de madera recogida - listo - las llamas aumentaron, no demasiado, estaba controlando que no fuera demasiado grande. Las tres acercamos las manos para calentarnos, el verano se aproximaba con fuerza pero las noches en el bosque siempre serían frías.

- ¿Sabes más cosas como estas? - Gabi parecía muy curiosa de esto.

- Si, cazar, pescar, esas cosas. Mañana buscaré algo con lo que poder hacer un arco y cazar - dije mientras devolvía mi cordón a su sitio.

- ¿Nos podrías enseñar? - esperaba que fuera Gabi quien preguntara ya que había mostrado un gran interés en ello pero fue Pieck quien lo hizo.

- Claro. Gabi duerme un poco, tu también yo haré guardia.

- Vale - la niña llevaba una camisa de manga larga con un peto rojo y pequeñas deportivas.  Se tumbó cerca del fuego y escondió sus piernas bajo su larga falda.

Me levanté pensando que Pieck dormiría pero se levantó conmigo. Andamos en silencio siempre teniendo a la vista a Gabi, si venía alguno era mejor estar prevenidas.

- ¿Estás mejor? - cortó el silencio Pieck.

- No lo se, duele pero supongo que así es este mundo - pisé una hoja demasiado ruidosa y recé para que no lo hubiera escuchado ninguno cercano - ¿Y tu? Eras su amiga también.

No te pares || Pieck FingerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora