Disclaimer: Todo lo que aparece en el fic es de Rowling, incluidas sus contradicciones.
¡Hola!
Empecé a escribir este fic a finales de agosto y luego lo dejé apartado. Lo continué en noviembre durante la maratón del NaNoWriMo y lo terminé. Nicangel03 (muchas muchas muchas gracias) lo leyó con paciencia capítulo a capítulo, dándome su opinión y ayudándome con varios detalles, guiándome durante el proceso. Cuando lo acabé lo archivé con la intención de dejarlo reposar un par de semanas pero la vida, la ansiedad, el miedo al fracaso y un cúmulo de cosas me arrolló.
Me propuse corregirlo en abril (con la excusa, curiosamente, de otra maratón del Nano). El fic está terminado y tendrá 16 capítulos en total que estoy en proceso de corregir. Publicaré todos los martes y jueves. Ojalá os guste (admito estar un poco nervioso porque al ser de hace tantos meses me siento un poco impostor).
¡Muchas gracias por leer!
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Harry entró en el dormitorio y paseó la vista por él, estudiándolo con interés. La directora McGonagall había rehabilitado varias antiguas aulas del ala este del castillo que habían caído en desuso durante las décadas anteriores y las había convertido en dormitorios para acoger a los alumnos que no habían podido cursar adecuadamente los EXTASIS de séptimo por culpa de la guerra y habían decidido regresar aquel año a terminar sus estudios.
No eran muchos. Aquellas personas como Ginny, Luna o Dennis, que no estaban en quinto o séptimo el año de la guerra les habían permitido avanzar de curso, considerando que podrían recuperar rápidamente el nivel. De la promoción de Harry sólo nueve personas habían decidido volver. McGonagall había enviado personalmente una carta a cada uno de los alumnos, garantizándoles que Hogwarts estaba abierta a ellos y los recibiría con gusto, pero Harry ya había supuesto que tras la guerra no todo el mundo querría volver al castillo. Algunos habían preferido intentar lanzarse al mundo laborar, como Ron, que había preferido quedarse ayudando a su hermano George con la tienda.
—Él me necesita más en este momento, Harry. Está destrozado por lo de Fred y hay que ayudarle a salir adelante. Y... bueno, él tampoco terminó sus EXTASIS, no son necesarios para trabajar aquí.
Harry lo había comprendido; al fin y al cabo George era tan familia de Ron como suya. Se habían despedido en Hogsmeade con un fuerte abrazo. Aunque la nostalgia había asomado a los ojos de Ron al ver a Harry y Hermione caminar hacia el castillo, este no había cambiado de opinión. Hermione sí había decidido volver a pesar de la oposición de Ron, que deseaba que se quedase con él en Londres. Los dos habían continuado su relación, iniciada durante la batalla con un torpe beso y confirmada tras ella con una larga conversación, y Ron no deseaba separarse tan rápido de ella, sobre todo ahora que iba a vivir en su propio apartamento. No obstante, Hermione aspiraba a trabajar algún día en el Departamento de Aplicación de la Ley Mágica.
—Si quiero estudiar Derecho Mágico, he de obtener todos mis EXTASIS. El año pasará rápido y podremos vernos en Hogsmeade y durante las vacaciones. Antes de darnos cuenta, estaremos graduados —había sentenciado Hermione, muy seria. Ron había acabado asintiendo ante sus argumentos, resignándose y prometiéndole tener paciencia para esperarla.
Inicialmente, Harry no había querido volver. Sentía nostalgia por el castillo, que había sido su hogar durante seis años de su adolescencia, pero también creía que contenía recuerdos que no sabía si habían sido gestionados emocionalmente. Kingsley le había insinuado que Robards, el actual Jefe de Aurores, estaría encantado de contar con él entre sus filas. Lo consideró durante unas semanas, antes de decidir que estaba harto de pelear y de perseguir a los malos. Nunca había querido el protagonismo de ser el Elegido y entrar en el cuerpo de aurores habría sido marcarse él mismo dicha atención sobre sí mismo. Además, había comprendido que la idea de ser auror había partido de unos momentos muy concretos de su vida. Además, se dio cuenta que no quería llegar a ser auror por el único mérito de haber sido El-Chico-Que-Mató-A-Quien-Tú-Sabes, como le apodaba El Profeta recientemente.
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La generación de la guerra [Drarry-Harco]
FanfictionLa vida de Harry tras la guerra carece de rumbo y acaba decidiendo volver a Hogwarts junto a Hermione para terminar sus estudios en lo que aclara su futuro laboral. McGonagall ha preparado una sección del castillo para recibir a los alumnos que han...