Una gata entrometida

5.8K 527 537
                                    

Disclaimer: Todo lo que aparece en el fic es de Rowling, incluidas sus contradicciones.

¡Muchísimas gracias a todas por las lecturas y los comentarios! ¡Abrazos y besos!

Créditos: El título es idea de Nicangel03.

Trigger Warning: Referencias a situaciones sexuales, nada demasiado explícito. Tensión sexual latente.

-----

Los días habían transcurrido plácidamente en aquella rutina. Los últimos días de verano, paradójicamente frescos y nublados, dieron lugar a los primeros del otoño, soleados y con temperaturas más propias del mes anterior que de principios de octubre. Draco y Harry se acostumbraron a escapar del castillo en noches alternas para volar por encima de las copas de los árboles del bosque prohibido. A petición de Harry, Ron le había enviado un juego de pelotas de quidditch que usaban para competir en juegos de buscador en las noches más claras. Empleaban las tardes en aplicarse a los estudios concienzudamente y pasaban el tiempo libre con sus compañeros en la sala común, hablando, jugando y leyendo. Draco había cumplido su palabra y había ayudado a Harry a ponerse al día con Teoría Mágica. Harry sabía que probablemente suspendería o aprobaría justo el primer trimestre, pero podía vislumbrar que acabaría recuperando la asignatura y sacándola sin problemas y aquello había elevado su ánimo.

—Ojo con eso, Harry. Esa ley tiene tres excepciones, no dos —le indicó Draco en un susurro, señalándosela en la redacción con la pluma.

—¿Tres?

—El genitivo en los encantamientos modifica la...

—¡Ah! Cierto. Ya recuerdo, lo de la estructura de la formulación—le interrumpió Harry al recordar la información. Draco asintió con una sonrisa y Harry le agradeció con otra que estuviese pendiente de sus deberes de Teoría Mágica a pesar de que él estaba estudiando Aritmancia.

Cuando no salían a volar practicaban el patronus de Draco. Este había conseguido hacer importantes progresos, siendo capaz de invocar y mantener un escudo plateado firme. Aunque Draco había menospreciado sus avances diciendo que no era lo mismo hacerlo en la seguridad de la sala común que delante de un dementor, Harry había vitoreado sus progresos y le había felicitado, viendo el brillo orgulloso en los ojos de Draco que revelaba que sólo decía aquello por inseguridad y necesidad de validación externa.

Ya era natural para todos ver a Harry y Draco en la sala común hablando, leyendo juntos algún libro de transformaciones o practicando el patronus, algo a lo que habían acabado uniéndose otros compañeros con curiosidad, lo cual había reforzado los lazos que habían establecido entre ellos durante los primeros días de curso. Harry había observado que Draco cada vez parecía más cómodo con los demás, aunque había acabado cogiendo más confianza con Hermione, Justin y Dean que con el resto. Harry lo achacaba al hecho de que Draco casi siempre estaba con él, que trataba mucho más con Hermione, además de compartir Aritmancia con ella, y al carácter extrovertido de los otros dos chicos, que solían dinamizar las actividades en común.

Ernie y Morag eran educados y corteses y provenir de familias de sangre pura más o menos tradicionales ayudaba a que la relación con Draco fluyese con facilidad. Incluso Michael o Neville, sobre todo el segundo, que parecía haber dejado atrás todo lo relacionado con el Malfoy que habían conocido en sus años iniciales de colegio, estaban cada día mucho más cómodos con Draco a pesar de las reservas de Michael, cada vez menores.

—¿Qué diferencia hay en el tiempo verbal si el conjuro es en latín o en sajón? —preguntó Harry, levantando la mirada—. Lo siento, no estoy dejando que te concentres.

La generación de la guerra [Drarry-Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora