𝔐𝔦 ℭ𝔬𝔪𝔭𝔞ñ𝔢𝔯𝔬 [ KangTeuk ]

*★*ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙*★*

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Siempre es aburrido estar patrullando los alrededores de la manada, no es que haya algo asechando ahí afuera. Pero, Kangin, alfa de la manada Kim, tiene una misión autoimpuesta con un objetivo desconocido.

Sus centinelas, los miembros a cargo de velar por la seguridad de la manada, habían declarado que no necesitaban ojos o brazos extras para su labor. Kangin no se sintió ofendido, ellos simplemente no entendían lo que pretendía con sus constantes salidas. Como alfa, hay muchas cosas que puede hacer y en las que debería enfocarse en estos momentos, pero todos esos deberes involucraban estar encerrado entre cuatro paredes. No es que se queje, es bueno saber que no hay problemas serios con los que tratar, más que cosas relacionadas con la administración de los recursos y algunos problemas ocasionales con los demás miembros.

Pero extrañaba los momentos en los que tenían alguna amenaza rondando ahí afuera. Lo vampiros fueron buenos enemigos, algunos dieron buenas peleas. Nada que le haya preocupado realmente, no mientras las peleas hayan sido ocasionales y solo por disputa de poder. Pero le dio la oportunidad de sentirse poderoso, fuerte, capaz de demostrar su capacidad para cuidar de los suyos.

Sin embargo, lo peor de no tener los pensamientos enfocados en golpear, desgarrar y triturar huesos, fue darse cuenta de que la mayoría de sus miembros de la manada ya tenían a su compañero y él aun no lo había encontrado. Doscientos años desde su nacimiento y aún no había encontrado a su compañero. Gracias destino, siempre tan considerado.

Es por eso, y en secreto, que sale a "patrullar" lejos de los alrededores del territorio de la manada con la intención de que tal vez, solo tal vez, pueda encontrar a su complemento. El ser que estaría a su lado por el resto de su larga existencia.

Ahora, comenzando un nuevo día de búsqueda, Kangin tuvo la bendita suerte de tener compañía. Yesung y Eunhyuk, parecían lo suficientemente curiosos como para no dejarlo en paz hasta que les diga la razón de sus constantes salidas. Al menos no se burlaron cuando les contó que estaba buscando a su compañero, solo asintieron en señal de comprensión.

Yesung había mencionado que un compañero no se busca, el destino es el encargado de ponerlo en tu camino y cuando sea el momento indicado, sucederá.

No gracias, Kangin ya no se fiaba del destino. Es mejor hacer las cosas por ti mismo.

Hoy fue un día como cualquier otro, solo algunas conversaciones ocasionales que involucraban chistes malos de Eunhyuk y respuestas sarcásticas de Yesung. Lo típico. Al parecer fue un día sin suerte, nuevamente.

Regresaron para la hora del almuerzo, Kangin decidió que esa sería la oportunidad de deshacerse de la compañía. Estaba seguro que Donghae y Ryeowook, sus compañeros, se encargarían de detener a los dos entrometidos y mantenerlos distraídos. Al menos el tiempo suficiente para que Kangin esté algunos kilómetros lejos de allí y seguir con su incansable búsqueda diaria, por su cuenta.

Kangin fue directo a su habitación cuando llegaron. Había informado que no se quedaría para almorzar y que volvería a salir. No era extraño para nadie de todas maneras. Caminó hasta llegar al borde de su cama antes de deshacerse de su ropa actual y reemplazarla por un conjunto limpio. No tenía prendas sofisticadas o alguna preferida. No era bueno encariñarse con la ropa cuando al momento de cambiar a su forma de lobo, se haría inutilizable. Claro, solo era en momentos en los que no tenía tiempo y cada segundo era clave. Otras ocasiones, se cercioraba de quitarse cada prenda y dejarla escondida en algún lugar para volver por ellas.

Una camiseta delgada y un par de pantalones de chándal fueron los elegidos de hoy. Le gustaba este conjunto, lo hacía ver más joven. No es que se sintiera viejo a sus doscientos años recién cumplidos. Para los de su especie, estaba en la flor de su juventud. Su apariencia, comparada con la de los humanos, podría atribuirse a la de un chico de entre veinte y veinticinco años.