*★*ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚𝟠*★*

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La habitación se ahoga en la oscuridad cuando Kangin entra, la única luz es la luz de la luna que se filtra a través de sus ventanas y brilla en todas las superficies.

Kangin se quita los zapatos mientras camina hacia la cama, y sonríe un poco cuando escucha pasos detrás de él y el sonido de la puerta cerrándose. Lo único bueno que puede sacar de todo lo que está pasando en estos días, es que tiene a Leeteuk a su lado.

Se derrite en la cama cuando termina de deshacerse de los zapatos y las medias, su cuerpo relajado es evidente en la forma en que un gruñido sale de su garganta.

— Arreglar todo el desastre que hizo Donghae en la sala fue estresante, solo espero que no vuelva a perder el control porque no podría soportar comprar muebles nuevamente. Odio ir de compras.

Leeteuk se desliza por la cama hasta quedar al lado de Kangin.

— Si eso ocurre puedo acompañarte la próxima vez — suaviza su tono y presiona un beso en el en la mejilla de Kangin — No es su culpa, algo más grande está pasando y aún no nos damos cuenta.

Kangin toma aire, pero no se relaja, Leeteuk tiene razón. Todavía sus hombros permanecen tensos, aún sus músculos tensos.

— Es mi culpa por descuidarme, soy el líder de esta manada. Se supone que debo solucionar cualquier problema que se presente.

Leeteuk niega con la cabeza y gira en la cama, apretando a Kangin contra su pecho, pasando una mano gentil por el cabello suave mientras Kangin entierra su rostro contra la curva de su cuello. Siempre tan tierno, Kangin lo huele, husmeando ligeramente detrás de su oreja.

— Nada de lo que está pasando es tu culpa y lo sabes, incluso yo que soy nuevo en esto puedo decir que el simple hecho que seas la cabeza de esta manada no significa que puedas solucionarlo todo, para eso estamos aquí, para apoyarnos mutuamente.

— ¿Cuándo te hiciste tan maduro que no me di cuenta? —susurra Kangin, su voz tiene un tinte de diversión.

— Siempre he sido así — sonríe Leeteuk — Ahora deja de fingir sobre tu culpabilidad, lo único que buscabas era acercarte lo suficiente a mi para besarme.

— No estaba fingiendo, pero ahora por alguna razón ya no me siento mal — Kangin lo sostiene ahora contra su pecho y besa la parte superior de su oreja, pasando sus dedos por el cuerpo de Leeteuk — Tienes algún tipo de efecto relajante en mí.

— No entiendo cómo puedes pasar de afligido a excitado en tan poco tiempo.

— ¿La magia del amor? — Kangin los mece de un lado a otro, presionando beso tras beso por el rostro de Leeteuk — Tal vez podríamos divertirnos un poco... — Baja la voz a un susurro — retomar lo que dejamos antes de que Donghae perdiera el control.

Leeteuk se queda en silencio después de eso y Kangin se pregunta si dijo algo malo. Tal vez está apresurando las cosas.

— Creí que nunca lo mencionarías.

Leeteuk se quita los pantalones y la camisa antes de meterse en la cama junto a Kangin nuevamente, lo que le permite a Kangin recorrer con sus manos cada centímetro de piel expuesta en el momento en que se acuesta. Kangin lo palpa como un hombre hambriento de tacto, las yemas de los dedos hambrientos recorren las hendiduras de sus músculos.

Leeteuk suspira ante el suave toque de Kangin, las manos de Kangin son mágicas, está seguro. ¿Qué otra explicación hay para la forma en que Kangin puede derretirlo hasta convertirlo en masilla entre sus dedos con unas pocas caricias y besos?

𝔐𝔦 ℭ𝔬𝔪𝔭𝔞ñ𝔢𝔯𝔬 [ KangTeuk ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora