𝔐𝔦 ℭ𝔬𝔪𝔭𝔞ñ𝔢𝔯𝔬 [ KangTeuk ]

*★*ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚𝟜 *★*

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—Abre los ojos, Leeteuk.

La voz que se dirigía a él era un poco distante, como si viniera a través de una capa de agua, y obstinadamente Leeteuk cerró los ojos con más fuerza. Se sentía mareado y desconcertado. —¿Qué pasó?— dijo con voz ronca, su voz ronca por la falta de uso, incluso si las palabras aún salían sorprendentemente constantes —¿Dónde estoy?

Hubo un murmullo, y luego el sonido de la tela arrastrándose, dos pasos. Luego un suave toque en su mejilla, un dedo acariciando su párpado cerrado —Es una historia muy larga de contar, lo importante es que estás bien.

Leeteuk abrió un ojo, seguido del otro. Le dolía la cabeza y aunque había poca luz en la habitación le molestaba lo suficiente como para querer cerrar los ojos de nuevo.

—Me siento extraño— El hombre que estaba junto a él le resultaba muy familiar, pero Leeteuk no lo recordaba muy bien, sin importar cuánto intentara devanarse los sesos para encontrarlo.

—Puede tardar un tiempo para que te acostumbres a la sensación de estar vivo nuevamente.

¿Estar vivo nuevamente? La mente de Leeteuk entró en acción, mientras trataba de juntar todos los detalles para formar una especie de imagen más grande. No sabía cuánto tiempo había estado fuera para el mundo. Apenas recordaba fragmentos, solo había una leve sensación persistente en el fondo de su mente de haber sido atravesado por una mano con garras.

Aparte de eso... no tenía nada. Excepto por la vaga sensación de familiaridad que obtuvo de esta persona a su lado.

—¿Estuve muerto? — Leeteuk trató de incorporarse un poco para revisar si tenía alguna herida en su cuerpo. Alguna señal que demostrará que todo lo que su mente proporcionaba como recuerdo era real.

—Es una manera de decirlo. Incluso te enterraron, pero Hyukjae y yo nos encargamos de todo—. El hombre inclinó la cabeza, dándole una sonrisa —Kangin estará muy feliz cuando te vea, Hyukjae lo está llamando en este momento.

Kangin.

Inmediatamente estuvo de vuelta en la casa del bosque, abrazando a Kangin antes de verlo salir para que vaya a cazar. Luego ojos fríos y calculadores, la persecución con Heechul. Recordó el dolor en su vientre retorciéndose dentro de él, el dolor de saber que no volvería a ver a Kangin.

—¿Estás bien? — El hombre, Donghae ahora lo recordaba, se inclinó más cerca, su rostro preocupado.

—Kangin— Leeteuk jadeó y su cuerpo entero se estremeció. Lo necesitaba a su lado, tenía miedo. No quería abrir los ojos y ver que no estaba juntaba a él.

Afortunadamente, Leeteuk perdió el conocimiento.

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La apertura de una puerta sobresaltó a Leeteuk y se despertó al instante, e inmediatamente gimió de frustración, echó la cabeza hacia atrás mientras cerraba los ojos con fuerza. No estaba listo para despertar, no hasta tener a Kangin a su lado, y quién sabía si Heechul había decidido buscarlo para asegurarse de haberlo matado realmente, ya lo encontró una vez, podría hacerlo de nuevo.

Hubo pasos rápidos y pesados, escuchó una respiración agitada, pero antes de que ese pensamiento se procesara correctamente en la mente de Leeteuk, ya había una mano suave en su mejilla —Leeteuk, soy yo — Había tanta emoción en la voz de Kangin que fue un milagro que pronunciara esas palabras constantemente, y eso de alguna manera fue lo que convenció a Leeteuk de que esto no estaba solo en su imaginación, sino que realmente estaba sucediendo.