*★*ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚𝟚 *★*

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Eran las primeras horas del día y todos estaban reunidos en el comedor

Se sentaron allí, el silencio persistía pesadamente alrededor de la mesa del comedor, ninguno de ellos realmente comía y más bien reorganizaba su comida, sin decir una palabra, sin siquiera mirarse el uno al otro y deliberadamente tratando de no mirar el asiento que estaba vacío, la silla a la izquierda de Kangin.

— Tengo que hablar con el padre de Leeteuk — Kangin murmuró roncamente, más para sí mismo que para los demás — Deben saber ... — su garganta quemó ante las palabras que iba a decir, aún reacio ante la idea de aceptar que Leeteuk no estaba con ellos — Deben saber lo que pasó.

La única respuesta que tuvo fueran miradas compresivas y otras quebradas por la tristeza.

— Donghae se encargará de preparar el cuerpo de Leeteuk para la ceremonia correspondiente — EunHyuk habló apretando la mano de Donghae entre las suyas.

Kangin no respondió ante la declaración, pero todos en la mesa lo vieron estremecerse por un segundo antes de ponerse de pie y darles la espalda antes de hablar — Llamaré a su padre y trataré de inventar una historia que no exprese lo que realmente aconteció. No quiero que se involucré más de lo que debería.

Todos asintieron y vieron la espalda de Kangin desaparecer por las escaleras.


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La lluvia caía ligeramente mientras bajaban el ataúd. Kangin observaba todo desde la distancia, el aliento saliendo en bocanadas heladas en el aire frío. Sus labios temblaban y trató de reprimir las lágrimas para evitar perderse cada segundo de la ceremonia.

No se le había permitido estar presente.

Kangin le había hablado al padre de Leeteuk, contándole una historia sobre un trágico accidente. No tenía algo concreto en mente, pero no importó cuando el señor Park empezó a gritar cosas que Kangin no logró registrar. Primero fue negación, luego llegó la tristeza y finalmente la ira. Por alguna razón Kangin parecía ser el culpable de todo. El señor Park habló sobre lo estúpido que había sido por dejar a Leeteuk en esa ciudad, culpando a Kangin por incitarlo a quedarse.

El algún punto el señor Park se detuvo y Kangin le explicó que estaban velando el cuerpo de Leeteuk en la que era la mansión Park. No recibió respuesta y la llamada se cortó.

Tiempo después, Kangin vio al señor Park entrar por la puerta, corriendo hacia donde vio el ataúd con el cuerpo de Leeteuk en medio de la habitación. Lloró en silencio sobre el cuerpo frío de su hijo y cuando pareció haberse calmado se elevó en toda su altura para mirarlo a los ojos, lo despidió a él y a su manada del lugar, prohibiéndole poner un pie en su casa.

Kangin no discutió. Ya no tendría motivos para volver después de todo.

Y todo eso pasó hace solo un día. Kangin no estaba seguro de lo que sucedió cuando se fue. El señor Park pudo haber llamado a la policía para que realicé una investigación profunda sobre lo que verdaderamente pasó o tal vez, y esperaba esto, solo aceptó la triste realidad. Kangin no lo sabía y en este punto realmente ya no le importaba. Si no tuviera una manada bajo su tutela estaba seguro de que habría acompañado a Leeteuk. Sin embargo, ahora estaba destinado a pasar sus días llorando por la muerte de su amor, soñando cada día con lo que pudo ser.

Volvió en si cuando vio al grupo de personas alejarse del lugar. El padre de Leeteuk fue el último en irse, caminando hacia el auto donde su esposa lo esperaba de pie.

𝔐𝔦 ℭ𝔬𝔪𝔭𝔞ñ𝔢𝔯𝔬 [ KangTeuk ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora