𝔐𝔦 ℭ𝔬𝔪𝔭𝔞ñ𝔢𝔯𝔬 [ KangTeuk ]

*★*ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟟*★*

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Heechul nunca pensó que podría volver a alcanzar este nivel de pura rabia en su vida, pero tan pronto como vio a Kangin y Leeteuk juntos, tal vez planeando su futuro lleno de felicidad, supo que estaba equivocado. Esto está más allá de la rabia. Esto está más allá de la furia. Ni siquiera es ira o cualquier otra cosa parecida. Es una rabia asesina pura y sin adulterar. Porque...Heechul también pudo haber tenido eso. Heechul también pudo haber sido feliz. Él deseaba haberlo sido.

No le importa si alguien más sale herido. Demonios, a él no le importa si él mismo se lastima. Todo lo que quiere hacer es causarle el mismo dolor a Kangin. Y tal vez, luego matarlo. Aún no ha decidido, pero una parte retorcida dentro de él, se deleita con la idea de verlo llorar sobre una tumba. Pasar cada maldito día sobre el mismo lugar solo para que la verdad de la situación lo golpeé nuevamente. Que vea al amor de su vida debajo de capas y capas de tierra. Heechul vivió eso, ¿Por qué Kangin, no?

Dios, se deleita con la anticipación de ver cómo el cuerpo de Leeteuk convulsiona bajo sus manos y Kangin viendo todo en primera fila. Si, tal vez Heechul lo alargue. Tal vez no lo mate de inmediato.

Paciencia.

Lo único que puede hacer ahora es esperar. El momento indicado está cerca y tiene que ordenar sus ideas si quiere cumplir todo lo que tiene planeado para ese par. Shindong será de ayuda.

De pronto tiene hambre y se da cuenta de que han pasado algunos días desde que cazó. El sabor de la sangre en sus labios es un mero recuerdo y ahora lo anhela.

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— ¿Sabes? Hay algo que quería decirte hace algunos días, pero no sabía cómo abordar el tema — Hangeng habla regresando de la cocina para sentarse frente a Heechul.

— Cuando te conocí eras muy directo y decías lo que pensabas. No entiendo porque ahora estás siendo tan cauteloso. Solo dilo — El tono es una mezcla entre burla y amonestación, pero la intriga predomina en sus palabras.

Hangeng levanta ambos brazos en el aire y la sonrisa tira de sus labios — Lo que tu digas — Hay un silencio breve y Heechul jura que puede ver las ruedas girando en esa cabeza, tal vez pensando en una forma de decir lo que piensa sin exponerse. Interesante — ¿Sabes? Me gustaría que dejarás de cazar humanos. No lo sé, es un poco asqueroso saber que te beso cuando tu boca estuvo sobre el cuello de alguien y cubierto de sangre.

Heechul quiere reírse porque Hangeng es tan malo mintiendo, tiene ese habito de mirar sus manos mientras lo hace. Al menos sobre cosas tan banales como esta. Ha sospechado hace algún tiempo que Hangeng quiere que deje de matar personas. Sin embargo, no es algo tan sencillo. Podría alimentarse y detenerse antes de que mueran, pero eso requiere control y ganas de querer hacerlo. Algo que Heechul nunca ha tenido desde que recuerda y nunca le había importado realmente. Tampoco es que sea algo común en los vampiros, son conocidos por arrastrar la muerte a su paso. Pero tal vez, pueda intentarlo. Tal vez si Hangeng se lo pida amablemente, ceda.

— Puedes hablarme claro. Sé que no quieres que mate a las personas, pero tú mismo eres un asesino a sueldo.

— Te dije que pronto terminará eso — Hangeng parece rendirse y suelta un suspiro mientras sus hombros se relajan — Voy a dejarlo, Heechul. Solo tengo un trabajo pendiente y luego seremos nosotros contra el mundo. Quiero dejar todo lo relacionado con la muerte atrás, por ti. Me gustaría que lo intentaras por mí.

Heechul empieza a reír — Eso se escuchó tan cursi — y de pronto el ambiente es cálido. Hangeng empieza a balbucear excusas y Heechul solo se burla un poco más. Es contagioso y luego ambos ríen.