*★*ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟟*★*

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Leeteuk está sentado en el asiento del copiloto del auto de su padre. El silencio es un poco incomodo ahora, como en numerosas situaciones, así que es un día cotidiano. Su padre no es un hombre de muchas palabras y a Leeteuk no le gusta que lo ignoren cuando habla. Pero eso no le impide llenar su cabeza de muchos pensamientos que lo tienen distraído.

El principal en este momento, es sobre cierto amigo peludo que desapareció como por arte de magia. Es cierto que pensó que fue producto de su imaginación, pero nada imaginario puede hacer el desorden que tenía en su balcón por la mañana. Sin mencionar las muestras de pelo que encontró esparcida por su cama. Entonces no fue difícil llegar a la conclusión que su autoproclamada mascota es real y está desaparecida.

Hay otro asunto que lo tiene pensativo. Este es igual o más extraño que el caso de su mascota. Leeteuk puede tener once años, pero no tiene un pelo de tonto. Él sabe que Kangin, su niñero, no es un niñero. Bueno, al menos no uno certificado o con experiencia.

Lo supo desde el momento en el que el hombre se paró frente a su puerta declarando que fue contratado. Según la experiencia de Leeteuk, sus niñeras siempre vinieron de la agencia de confianza de su padre. Además de que Kangin no tenía un uniforme con algún logo colorido que lo caracterizará. Entonces, solo hizo falta sumar dos más dos para conocer la verdad. Pero, de nuevo, había algo en el hombre que le dio ese aire de confianza. Como si estuviera protegido a su alrededor.

Es extraño y difícil de descifrar.

Lo bueno es que no era ningún ladrón o asesino. Leeteuk no estaría aquí en este momento de ser el caso. El tipo era agradable y divertido. Incluso parecía feliz mientras jugaba con él. Fue muy bueno. Es bueno tener a alguien pendiente de ti. Le hizo recordar por un momento que aún era un niño y que podría divertirse y hacer travesuras. Entonces se quedó callado y no comentó al respecto sobre el niñero falso. Aun le intriga la razón de su actuar, pero hay tiempo para descubrirlo y para eso es mejor tenerlo cerca.

― Leeteuk, ¿Me estas escuchando?

Leeteuk se sobresaltó cuando la voz de su padre llamó su atención ―Lo siento, papá. Estaba un poco distraído.

― Te decía, detendré el auto un momento para comprar algunas cosas del mini market ― El señor Park señalo la pequeña tienda detrás de la ventana del auto. Leeteuk ni siquiera se había dado cuenta en qué momento el auto se detuvo ― Y quiero que me esperes en el auto, no tardaré mucho tiempo, ¿está bien?

― Entendido ― responde Leeteuk, se acomoda un poco mejor en su asiento mientras ve a su padre salir del auto.

Antes de alejarse, su padre está de su lado de la ventana ― ¿Quieres que te compre algo?

― No necesito nada ahora, gracias.

Ve que su padre asiente en respuesta y camina hacia el mini market. Un pequeño escalofrió recorre su espina dorsal y se apresura a cerrar la ventana del auto para bloquear el exceso de viento. El lugar está ubicado en medio de una carretera rodeada por lo que parece un bosque, es normal que el aire sea más denso y fresco, supuso. Se frota la piel de gallina en la nuca con un bufido, al mismo tiempo avergonzado de ser tan sensible al clima. No es como si fuera a pescar un resfriado.

Mira el reloj que está al lado del volante. 14:20 pm. Bueno, salió del colegio hace una hora, aun tendrá tiempo para hacer su tarea y enfocarse en su plan para buscar a su mascota. Bien podría dormir un poco mientras espera a su padre. Si, el respetado señor Park se toma su tiempo con las cosas. Habla la voz de la experiencia.

𝔐𝔦 ℭ𝔬𝔪𝔭𝔞ñ𝔢𝔯𝔬 [ KangTeuk ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora