Capítulo XII

513 80 14
                                    

"Buenos días estrellitas, la Tierra les dice hola".

Capitulo XII

Después de aquel encuentro con Hoseok, no me mantuve tranquila en esa estancia.

Volví a la habitación donde Taehyung dormía como si no hubiera un mañana y me tiré a su lado lo mas alejada posible. Si Hoseok pudo descubrir todo eso con solo verme, no puedo imaginar que es lo que sabe el chico a mi lado quien, curiosamente, tenía mas indicios de estar en este turbio mundo por más tiempo.

Siempre pensé que pasaba discreta ante las mentes enfermas que me rodeaban...

Ahora veo porque fui un blanco fácil.
Sintiéndome sofocada en esas cuatro paredes comencé a hiperventilarme de tal forma que no pude evitar levantarme y correr habitación afuera directo al baño, me miré al espejo hipnotizada por una imagen que no era mas que una vil pesadilla. Sentía sus manos tocar mi cuerpo, tomarme del cabello y como se incrustaban sus dedos en mi piel. Frente al espejo podía ver su mano apretar mi hombro como aquél acto que hacía noche tras noche después de tocarme diciendo que era para "calmar el dolor". ¿Por qué dolor? ¿¡QUÉ MIERDA LE HICE YO!?

-Sabías que me dolía... -gemí cerrando mis ojos tratando de dejar de ver aquello que sabía era mi imaginación, pero se sentía tan real- Sabías que dolía y aun así lo hiciste... -me sentía sucia, usada y acorralada. Nunca creí que convertiría en un triste número más, ¡no debería haber número siquiera!- Me lastimabas, hiciste que me sintiera sucia y me culpas de todo...

Nunca entendí que podía ser llamativo en una niña de doce años...

Nunca lo entendí a él.

-¿Por qué me hiciste eso? -le pregunté a mi reflejo quién parecía haberse perdido y dejado la imagen de una pequeña; sus ojos morados e hinchados de tanto llorar, sus brazos delgados y la ropa desgarrada y manchada en aquello que tanto asco le daba y que luego tuvo en sus manos, sangre- ¿Por qué a mí?

Como si me hubiera escuchado aquella persona que no me había dejado dormir por sus palabras entró sin permiso, lo cuál me alteró bastante porque nunca nadie me ha pedido permiso para absolutamente nada. Tropecé al intentar alejarme y caí dentro de la bañera donde no resistí las voces en mi cabeza gritandome que estaba sucia, que era su muñeca y siempre lo sería, que era responsable, que... fue mi culpa.

-JeonSoo, calma... -me susurré una y otra vez sin tomarle atención a la persona que me miraba desde la puerta, pero esta vez esas palabras no me estaban ayudando, siendo sincera nunca lo hacían- JeonSoo, eres JeonSoo...

Y para tratar de olvidarme de todo esto intenté lo único que me quedaba y servía: dolor.

Sin pensarlo dos veces me golpeé el pecho con fuerza a puño cerrado, me era inevitable no hacerlo, quería distraer mis pesadillas a base del sentimiento que creo más poderoso: el dolor. Últimamente todo se rebaja a miedo y dolor en mi vida, así que, tengo que saber lidiar una con la otra. Intenté tirar de mi cabello impulsivamente, pero Hoseok llegó a mi lado y me lo impidió, parecía tener cuidado al tomar mi mano como si ya supiera de que se trataba y de cierta forma el que supiera me hizo sentirme avergonzada y más asqueada de mi misma. Nadie debía saberlo más que yo, era mi secreto, mi oscuro, tormentoso y maldito secreto.

-No me toques, por favor -supliqué sin poder mirarle-, no me toques...

-No te haré daño, JeonSoo.

Bad Dream | K;th #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora