Bad Dream | K;th #2

Capítulo XXII

«La vida real no está confinada por dimensiones exactas. Se extiende más allá de los límites. Viene con defectos. Las cosas nunca son fáciles, en especial cuando tú esperas que lo sean. Como cuando las personas te decepcionan porque resultan ser completamente diferentes de quienes pensabas que eran.» -So much closer.

Capítulo XXII

Sus besos se intensificaron de una manera peligrosa, así como sus intenciones por acercarse más y más hasta volverse parte de mi piel, era su forma de avisar que ya era momento de que diera ese gran paso y que, está vez, no había vuelta atrás, pero fue inútil, no porque yo frenara todo, sino porque alguien se encontraba, esta vez, acechándonos y no nos dábamos cuenta.

Tocaron a la puerta y a regañadientes Taehyung se separó de mí haciéndome reír por esa molestia tan infantil. Pregunto de quien se trataba y ambos nos tensamos al no recibir alguna respuesta, por seguridad él, quien ya había controlado su lujuria, se encaminó a la puerta para mirar por ella, entreabriéndola.

No vi lo mismo que él, pero tras verlo correr incluso con esa humedad estampada en su cuerpo, supuse que era algo importante o alguien.

-¡Taehyung! -grité su nombre y poniéndome las prendas que él antes había tomado fui en su busca.

"Estúpida, estúpida, estúpida."

Sabía que corriendo como un perro faldero no conseguiría nada bueno, pero ahí estaba, buscando su rastro tras perderlo de vista de inmediato.

La lluvia aún caía por sobre el pueblo y no quería enfermarse saliendo otra vez, por mucho que amase la lluvia, no quería pescar un resfriado con todo lo que está pasando y en lo que, como una tonta, me involucre. Ya parada en la puerta principal del lugar dije que el chico ya se había ido y no tenía sentido seguirlo.

-Nunca me seguiste de esa forma -manifestó alguien a mi espalda con voz extremadamente ronca, seguramente fingida y es por eso que no me provoco los escalofríos que quería darme con eso-. No me digas que ese idiota rompió las murallas alrededor de tu corazón - ¿Se supone que eso era una burla?

Al girarme encontré a HyungJon recostado en la silla del recepcionista, me miraba tan fijamente que me hacía sentir incomoda, incluso más de lo que hacía aquel día que llegamos a Ggweing y no me dejaba sola en ningún momento. El mismo idiota que me vio llegar al inicio de este desastre y al que abandoné a la muerte en aquel bosque... me estaba mirando.

-Que mal -manifesté abrazándome a mí misma por el frio-, sigues vivo.

Sonrió ladino, pero fue más una mueca molesta que una sonrisa. -Para tu desgracia.

-Exacto.

Estoy segura de que no estaba impresionado por mi desafiante y apática actitud porque después de todo siempre he sido así con él. Nunca lo considere un amigo del todo, más bien alguien a quien culpar en caso de ser atrapada; era una distracción para que yo siguiera huyendo.

Dio unos cuantos pasos hasta a estar separado de medio paso y le dio la vuelta a un húmedo mechón que estaba pegado en mi rostro, su mirada seguía siendo la de un enamorado, pero había algo más.

Algo que conozco bien porque yo también lo sentí contra alguien, odio.

-Solo vine a decirte algo -informó suavizando su voz y tomando mi mano con la suya, la quite de inmediato sintiendo un poco de desconfianza. Ya no estaba segura de estar frente al tonto e infantil chico que una vez conocí.

Juraba que estaba muerto.

¿Qué acaso estos tipos son Exterminator's o hay muy mala puntería?

-Enserio me lastimaste -su voz se quebró a medio terminar y sentí un poco de pena, pero la dejé a un lado, así como su tacto.