Capítulo Final.

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"-¿Por qué caemos, Bruce?

-Para aprender a levantarnos".

Capítulo Final:

K;Th


Los minutos me parecieron horas mientras el Doctor Min vendaba mi abdomen buscando detener el sangrado que el roce de una bala me había provocado. No lo sentí, estaba demasiado preocupado por salvar a alguien en vano que no sentí que algo rompía mi piel.

-Si de algo te hace sentir mejor estoy seguro que él se fue feliz.

Eso no me hacía sentir mejor.

-¿Por qué crees eso?

-Vivió lo que era tener familia.

¿Pero a qué costo?

Aún me encontraba un poco perplejo de ver cómo la vida se me ponía de cabezas y en ese cambio había perdido a alguien que, al morir, me di cuenta que era la persona que más necesitaba en mi vida. Jung Hoseok me odiaba, pero no me había matado por una razón y es que, tal vez, solo tal vez, ambos necesitábamos de alguien para estar bien.

No fui una buena persona, no cree lazos en el exterior, estoy seguro que si algún día decido contar mi historia lo único que dirían sería: "te lo mereces", y eso está bien, pero él no merecía esto. Quería salir de ese lugar junto a él, no simplemente salir.

-¿Adónde vas? -preguntó el señor Min mientras me ponía de pie, ya no podía estar en la misma casa donde yacía el alma de mi hermano.

«A algún lado».

-Necesito hacer algo.

«Y no creo volver».

-No lo hagas -proclamó en una orden, pero la verdad no entendía a qué se refería, estoy completamente seguro de que no haré nada malo esta vez.

No hizo falta mirarlo para que supiera que no haría caso a sus palabras y abandoné ese lugar reprimiendo las ganas que tengo de gritar; la necesidad de hacerlo me estaba desesperando, es como si lo único que quisiera hacer fuera desahogarme en uno. Quería, demonios, quería hacerlo y volver a ser yo, pero siento que a pesar de gritar y desgarrarme la garganta seguiría el peso en mis hombros y jamás volvería a ser quien creía que me correspondía ser.

El nuevo reformatorio de niñas no estaba muy lejos, pero la seguridad ya no era la misma que antes y no había muchos guardias en la entrada, por esa razón pude esconderme tras algunas paredes para permitirme entrar. Era estúpido seguir creando este tipo de instituciones en un pueblo tan devastado y solitario como Ggweing, prácticamente dejaban a las chicas aquí muriendo en soledad. No hubo guardia alguno que se interpusieron en mi camino y avance por los pequeños pasillos hasta llegar a una de las tantas habitaciones que se encontraban con llave, podía verla por una pequeña ventanilla de la puerta; estaba triste, se le notaba y no trataba de ocultar ese sentimiento que le pesaba, por primera vez estaba viendo lo miserable que era la vida de Park JiYeon, mi primer amor o lo que idealice de uno.

Toqué la puerta tres veces y ella se hizo a una esquina temblorosa, asustada, sentí asco de las personas que pudieron hacerle daño y también de mí por creer que eso era en algún momento satisfactorio.

Extrañaría lo que era, ese ser miserable que se escondía en bromas, coqueteos y falsas personalidades, pero ya era tiempo de sacar de una vez por todas la máscara que creía me había sacado hace mucho.

-¿Taehyung?

Escuché su voz tan desgastada que solo bastó de una patada para tirar el candado oxidado de su puerta y dejarla abierta. Sabía que no era la mejor idea y que posiblemente eso alentaría a alguna alma rodeando el reformatorio, pero nosotros ya estaríamos lo suficiente lejos como para que no nos viera.

Bad Dream | K;th #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora