Bad Dream | K;th #2

Capítulo XXVI

(Este capítulo está narrado horas antes del suceso anterior, es decir, antes del secuestro y de tirar como una piedra al agua a JeonSoo)

"Es al separarse cuando se siente y comprende la fuerza con que se ama" -Crimen y castigo.

Capítulo XXVI

J;SR

-¿En qué piensas? -la voz de Jungkook me distrajo de mis pensamientos y me enfoque en su persona que venía acercándose con un café en sus manos. Jimin venía a su lado soplando su café, aunque fallando pues al tomarlo hizo una mueca tras quemarse la lengua.

-Bobo -le dije al segundo chico mientras tomaba del café de Jungkook-. Solo pensaba en que podemos hacer, tengo el ligero presentimiento de que cuando esos dos vuelvan querrán cometer alguna locura fuera de nuestros planes.

-Es lógico -exclamó Jimin perdiendo su mirada en las pocas personas que se encontraban en el pueblo. Habíamos llegado hace solo una hora al pueblo donde se supone tendríamos a Taehyung para detenerlo, pero todo parecía demasiado confuso tras haber encontrado a JiYeon y YoonGi siguiendo algunos pasos que no deben de seguir, al igual que Jungkook y yo. Podía darme el lujo de desconfiar-, YoonGi siempre ha manifestado su odio por Taehyung y seguramente no está de acuerdo con que solo quieras entregarlo a las autoridades.

-No confío en ellas -admití recordando todo los que ciertas "autoridades" me habían hecho en el pasado-, sin embargo, parece ser la única opción.

-No creo que YoonGi lo vea de esa forma y mucho menos JiYeon -hablo Jungkook con el ceño fruncido llamando nuestra atención.

-Lo más probable es que, conociendo a YoonGi, quiera molestarlo o torturarlo -Jimin lo conocía más que nadie-. Pero estoy confuso ante la presencia de JiYeon en todo esto, por alguna razón mi hermana me está haciendo desconfiar muchísimo porque...

Jungkook fue quien terminó por él: -No se muestra como suele hacerlo frente a nosotros -dijo-. A veces ni siquiera podemos decir el nombre de Taehyung frente a ella porque inmediatamente se entristece o enloquece, pero ahora lo enfrenta sin importarle su alrededor ni quién se encuentre cerca.

-Ellos no están de nuestro lado -manifesté-, crearon otro.

Con esa idea nos preparamos para lo peor, Jungkook no dejaba de estar cerca mío y eso me inquietaba porque, aunque lo amo mucho, su presencia en estos momentos me pone alerta y no sabía cómo decirle que me estaba poniendo nerviosa. Taehyung había llegado al pueblo y yo tuve curiosidad de saber por qué la pareja que lo perseguía me mantuvo informada de muchas cosas, inclusive de que él vendría, pero no de otras, como, por ejemplo: que ellos no estén aquí todavía. Sabía que tenían sus planes y que en ellos nosotros solo éramos unas piedras molestas en el camino, pero ya era muy tarde como para crear otro o tomar decisiones muy drásticas.

Acerqué una de mis manos al hombro de Jungkook y le susurré algo en el oído que solo él tiene que escuchar, por otro lado, su mano me entregaba la única cosa que permitiría defenderme o, en el peor de los casos, defender a otro quien puede ser inocente.

En este caso, otra.

-Gracias.

-Guárdala bien.

¿Cómo guardarla bien? Solo había un lugar que YoonGi no revisaría y era en mi ropa interior, por muy coqueto que sea jamás me podría faltar el respeto de esa forma, por lo tanto, la enganché en la tira de mis bragas y me aguanté lo incómodo que era tener una navaja en aquella zona.

Casual. Hasta donde tenía que llegar.

Jimin se encontraba en las afueras de la casa donde nos estábamos hospedando, justo en los inicios del tranquilo bosque del nuevo pueblo que, al pasar los meses, se convirtió en una nueva casa de muchas familias que abandonaron Ggweing. Tenía en sus manos un objeto con el que al parecer se estaba comunicando con alguien más. Me despedí de él mientras comenzaba mi camino sola y me mostraba en aquel hotel donde, quien una vez quiso ser mi amante y asesino, se encontraba.