Bad Dream | K;th #2

Capítulo VI

«No sientas pena de los muertos, sino de los vivos, y sobre todo de aquellos que viven sin amor». -Harry Potter y las reliquias de la muerte.

Capítulo VI

Eran las cuatro de la madrugada cuando no queria seguir con mi vida debido a la visita de ese chico hace dos días, él sabe sobre mí, y seguramente hará dos cosas: usar mi pasado para atormentarme o entregarme a las autoridades.

He preocupado a todos los de mi grupo, ni siquiera he dejado entrar a HyungJon que decía haber encontrado cosas, solo creo que lo dice para permitirle verme, pero yo me excusaba con el típico: "estoy enferma".

-Yo no pedí esto... -decía mientras cerraba mis ojos en la bañera con agua helada, sentía como mi cuerpo iba congelandose poco a poco, esa era la intención- Yo no hice nada.

Soy un monstruo, pero tengo miedo porque no quieto aceptarlo del todo.

Ese día quería ir tras ese chico a pesar de que mis piernas estaban temblando, quería callarlo, incluso cuando temía decir alguna palabra, solo quería saber que era lo que había descubierto de mí. Hay tantos artículos escondidos con mi nombre verdadero y todos con la misma noticia, con el mismo maldito título:

«Adolescente de dieciséis años asesina a su padrastro tras disputa».

Esa no fue mi culpa, nunca fue mi intención matarlo...

¿Verdad?

Las noticias cada vez iban de mal en peor y todas relacionadas a mi nombre...

«Joven de dieciséis años termina con la vida de su hermana pequeña y padrastro».

«Asesina suelta».

«Ming JeonSoo, se busca».

A mi hermana la amaba.

Mi padrastro era un miserable.

Él fue culpable de su muerte...

¿No es así?

-JeonSoo, estaremos bien.

En mi manos yacía la navaja que muchas veces había visto, pero hoy estaba dispuesta a llevarla a lugares más profundos porque no puedo soportar el miedo de haber sido descubierta. Yo no lo maté, pero cargo con el peso de su sangre en mis manos.

Simplemente no puedo seguir viviendo la pesadilla que él mismo había creado para luego vokvertirse en la víctima.

-Nos veremos en el infierno.

Dispuesta llevé el filo de aquella navaja a los rincones de mis muñecas donde ansiada cortar todo en ellas. Su filo rozando mi piel hacia cosquillas, eso me recordaba las veces que, por querer sentir más esa sensación tan placentera, casi terminó en el hospital. Pero esta vez iba a ser diferente, no esperaba solo dañarme un poco, quería acabar conmigo.

-Vamos -se escuchó a un costado de la habitación en la que me encontraba y me sobresalte lo suficiente como para soltar la navaja y dejarla caer en el agua, pero justo ahora era lo que menos necesitaba-. ¿Qué pasó? ¿Se fue tu valentía?