Capítulo XXX

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«Decir "lo siento" es decir "te amo" con un corazón herido en una mano y tu orgullo sofocado en la otra» -Richelle E. Goodrich.

Capítulo XXX

Los copos de nieve que alertaban sobre la Navidad me estaban poniendo nerviosa, hacía años que no veía tanta abundancia de aquella blanca lluvia y eso me estaba poniendo de los nervios, supongo que es porque ya no estoy sola frente a la ventana. A mi lado SooRim se encontraba rozando su hombro con el mio, esperando, siempre esperando.

-¿Por qué no lo mataste? -cuestioné sabiendo que nadie estaba presente para escucharnos y que ambas nos encontrábamos completamente intranquilas en estos momentos, pero fingimos demasiado bien para que otros se dieran cuenta.

Lamentablemente, las personas falsas podemos reconocernos a través de nuestras máscaras.

-No habría cambiado nada -respondió sin mirarme, simplemente analizando cada rincón de la blanqueza que se nos impone a unos metros.

-Te habría traído paz...

-Convertirse en un monstruo como él jamás podría traer paz -esta vez me miró, me permitió ver la profundidad de su mirada y lo vacía que estaba por dentro, pero que aun así, algo había, algo que alertaba que ella seguía siendo ella misma; es como la vida en el universo infinito, sabemos que hay algo, pero al mismo tiempo es sólo vacío-. Lo pensé muchas veces, matarlo, pero ¿podría haber hecho un cambio? Si fuera alguien como él, tal vez, pero no lo soy. Siento tristeza, pena, culpa y amor, pero sobre todo culpa, quitarle la vida solo me habría hundido más de lo que pude haber estado.

Lo entendía, quizás más de lo que me gustaría admitir.

-Él saldrá.

-Lo sé.

-¿Y qué harás al respecto?

Ella se mostró con una sonrisa ante mi pregunta. -Creo que la respuesta correcta es qué harás tú.

-¿Por qué? -solía preguntar mucho estos días cuando estaba junto a ella, es como una caja de respuestas incompletas, pero que sirven de alguna u otro forma. Jeon SooRim, es sin duda alguien que te atrae, te atrapa, te sostiene y te lanza; es ella misma con sus pensamientos que la mantiene ajena a todos y esos sueños que muchas veces escuchó, aun asi tenga los ojos cerrados- No tengo mucho que ver con él.

-En realidad, tienes mucho -dijo-. Taehyung ya se dio cuenta que jamás podría tenerme, siempre voy un paso frente a él y me doy cuenta fácilmente de lo que puede estar planeando, o quizás él ha sido demasiado imprudente en su actuar, pero ya no soy su punto débil. Tú lo eres.

-¿Por qué podría serlo? Ni siquiera pudimos ser algo.

-No hace falta de una etiqueta para ser "algo" -su voz sonaba suave, pero cargaba en ella una tensión que me erizaba la piel-. Para mi Taehyung es un ser que pudo sentir, pero decidió seguir en esa cápsula que creía lo protegía, pero solo lo estaba asfixiando, aún así quise pensar que al estar junto a ti podría surgir algo y, aunque pudo haberlo hecho, reitero que él se escondió dentro de esa cápsula.

-Pero sintió algo, ¿eso quieres decir? -asintió y yo quise esconderme en mis brazos porque estaba emocionada, pero a la vez aterrada. No sabía si podría resistir estar nuevamente cercana a una persona como él.

Una parte de mí lo odia, y otra lo necesita, así es como funciona la dependencia.

-Nosotros estaremos lo suficientemente lejos como para dejar que esa cápsula lo siga consumiendo, pero mi intranquilidad está más atada a ti -enfatizó cerrando los ojos por unos instantes y permitiendo aspirar el momento y cortar el tirante ambiente sobre nuestros hombros. Sentía que me estaban carcomiendo las emociones por dentro y por fuera, no podían notarlas quienes no hubiesen pasado por algo similar, no obstante, estoy segura que SooRim podía darse cuenta con facilidad-. ¿Estás segura de querer irte?

Bad Dream | K;th #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora