Nuestro intento

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Nos miramos fijamente, sin pestañear, se siente la tensión en el aire.

De pronto Tae sopla haciéndome cerrar los ojos.

—Eso es trampa— Reclamo empujando su cara lejos de mi con la mano, él ríe y la muerde ligeramente.

—Has perdido, te toca cocinar.

Es jueves, el guapo chico frente a mi tiene la mañana libre por lo que nos hemos tomado la libertad de quedarnos acostados casi hasta medio día. La noche anterior nos quedamos hasta tarde viendo películas de terror, he de confesar que fue mi idea porque despertar junto a Tae siempre es una buena manera de despertar.

Incluso cuando el estúpido acaba de hacer trampa con tal de no cocinar, me levanto a regañadientes y me encamino a mi habitación, tener un yeso es la mayor putada de la vida, es difícil todo, incluso cosas sencillas como bañarte. Escucho a Taehyung levantarse de igual manera, camina a mi lado y me sujeta ligeramente del brazo aunque he dicho hasta el cansancio que estoy bien.

—Cocinaré pero primero debo ducharme— Aclaró. El entra en la habitación primero que yo, abre unos cuantos cajones, saca mi ropa y la acomoda sobre mi cama ¿Está planeando matarme de amor?

—También puedo ayudar a ducharte— No va a matarme de amor pero si está atacando directamente mi corazón, me rehusó a responder a sabiendas que mi cara es un gran tomate rojo, el se ríe. Se aproxima a mí y me planta un ligero beso en los labios, cuando me aproximo para continuar el retrocede negando con la cabeza— Aliento mañanero.

—Eres un asqueroso— murmuro, y me dirijo al baño, donde lo primero que hago es lavar mis dientes.

Al salir de la ducha descubro que Tae ya ha comenzado a cocinar así que me dirijo hacia allí, en cuanto me ve acercarme niega con la cabeza.

—Park Jimin, tienes prohibido acercarte— Hago un puchero y él niega nuevamente— Lo decreta el chef.

Como el chef lo ordena voy en busca de mi celular, he de confesar que me he acostumbrado un poco a moverme con el yeso a todos lados, y planeo seguir con mi rutina, mañana es el gran día y a pesar de que me he esforzado sé que no ha sido suficiente; honestamente, la posibilidad de dañar mi pierna permanentemente no es del todo alentadora pero...

Puede que esta sea mi tercera oportunidad.

Repaso la rutina mentalmente ya que el chef no me va a dejar practicar, solo necesito esperar a estar solo en casa.

No sé cuánto tiempo he estado repasando la coreografía pero el guapo chico que se encuentra de pie ante la puerta de mi habitación me saca de mi estado de concentración, me mira y sonríe pero por alguna razón sé que no es una sonrisa real; está preocupado pero es demasiado cortés para decirme que me detenga.

Eso y que sabe que no tiene sentido.

Fue el primero en oponerse a mi plan de ser conserje en la academia con tal de conseguir un puesto allí (que no resultó) pero fue en vano.

Tae sirve los platos y yo me sorprendo, jajangmyeon, mi favorito.

¿Es posible enamorarse de alguien un poquito más cada día?

Una vez a solas, me dedico de lleno a ensayar.

Una y otra vez, una y otra vez.

Hasta que el dolor en mi pierna me obliga a detenerme, pero no es suficiente, necesito hacerlo; es una coreografía bastante básica por lo que necesito que salga bien, nada de saltos ni cosas que dejen al jurado impresionado, solo un chico con un yeso bailando.

Promise *vmin*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora