Jin se ve algo inquieto, no para de mirarme de reojo y hacer comentarios tipo "no es necesario que entres si no quieres" aun cuando le he dicho de mil formas diversas que sí, quiero entrar. Sé que he estado evitando este momento deliberadamente.
Han pasado tres semanas desde que Tae fue internado, dos desde que Jin tuvo que pagar mi fianza para sacarme de la cárcel donde fui a parar por agresión. Una semana y media desde que Jungkook volvió a hablarme. Una semana desde que tenemos permitido entrar a la habitación de Taehyung.
Aún no me he atrevido a entrar, sé que he puesto excusas para evitarlo, pero tengo esta estúpida idea de que una vez que entre y lo vea todo se hará más real, ya no podré seguir pensando que simplemente esta en otro lugar y no en un estúpido hospital atado a un montón de cables de los que depende su vida.
Cuando se acerca la hora de las visitas, mi estómago comienza a doler, mi cabeza simplemente me dice que corra, que no entre, que no es necesario, pero sé que es mentira, es necesario que lo haga, más después de la decisión que he tomado.
Ha llegado el momento y me encamino, se exactamente dónde se encuentra la habitación así que no vacilo en mi camino, pero tengo la sensación de que es el pasillo más largo que he recorrido alguna vez, las paredes blancas nunca fueron más asfixiantes que en este momento, con su olor a limpio y estéril.
Estúpidamente golpeo antes de entrar.
Y ahí está.
El monitor que marca su ritmo cardiaco es todo lo que puedo escuchar, entro y cierro lentamente la puerta tras de mí. Me siento en una silla cercana a la cama, veo las agujas que tiene clavas en su mano, los cables que lo rodean por diversas partes, lugares de que cara que siguen hinchados y morados aún a pesar de todo el tiempo que ha trascurrido, tiene los labios resecos y la piel apagada.
Ni siquiera puedo decir que parece dormido, porque la persona que veo en esa cama no es Taehyung.
No es mi Tae.
Es solo la sombra de lo que alguna vez fue un hombre radiante y lleno de vida.
Su pecho sube y baja lentamente al ritmo del ventilador.
Comienzo a contarle todo lo que ha pasado en este tiempo, lo cercano que se han vuelto Jin con Nam, juraría que son pareja si no fuera porque Jin está casado, le cuento que su pequeño sobrino no ha parado de preguntarme por él y Jin no deja de decirle que estas de viaje.
Puede que no sea mentira.
Quizá tu cuerpo sigue aquí, pero todo lo que te hace Tae se fue a algún lejos y no podemos alcanzarlo.
No puedo alcanzarte.
Le hablo del ballet, estamos a días del estreno, Hye esta como loca, con Suni mantienen una relación cordial, pero con Alex vuelvan chispas cada vez que se encuentran.
Le comento mi teoría de que ella escogió ese papel para mí, la sombra de la princesa como una clase de mensaje; siempre hui de mi sombra y ahora que soy una es casi delirante lo cómodo que me siento.
Le cuento mis últimas decisiones, he llamado a mi madre, mañana nos juntaremos en el centro comercial los tres a comer. Hay un caro restaurant de ese lugar que es el favorito de mi padre aparentemente. Pasare luego de eso a contarle como me va, espero que me escuche. Necesito que me escuche.
Acerco un poco más la silla. Sujeto su mano con delicadeza, este helado.
—Tae, ayer escuche lo que le decían a Jin, le preguntaron si debían desconectarte, aparentemente ellos también piensan que no hay vueltas atrás— Me trago el nudo en la garganta— Siempre me dije que no sería capaz de vivir en un mundo sin mi Taehyung, y honestamente nunca me plantee la posibilidad real de que eso ocurriera.
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Promise *vmin*
Hayran Kurgu¿Cuál es el límite entre la amistad y el amor? ¿Cuál es el limite entre tu y yo? Yo no quería herirte, no quería ser herido. ¿Por qué este cálido sentimiento se transformó en un incendio que quemó todo a mi alrededor? Te estas alejando otra vez. Yo...