Hijos del Interneth ||Apphumans

"Gracias"

"¡Por favor! que no se haya dado cuenta que estaba jugando Minecraft..."

Pensó Roblox sintiendo la incomodidad en el aire.

Hace ya rato que llevaban en la enfermería y ninguno se miraba a la cara. No por nada en particular...... o ahora que lo pienso, quizás si, pero en ese momento Minecraft no lo sabía.

—Ya esperamos mucho; voy por el botiquín, no creo que venga el enfermero.

El anterior mencionado se levanto y se dirigió al cuarto de las medicinas con nerviosismo. No sabía en que se había metido ni que tenía que ver con esto. Roblox permaneció sentado en una orilla de la camilla pudiendo respirar por primera vez desde aquel suceso de hace unos minutos. ¡Solo a el le pasaban estas cosas! O eso decía el, pero ambos sabemos que no es cierto.

—Traje alcohol y vendas. —Dijo Minecraft un poco apenado volviendo a su asiento. Se sentía tonto porque momentos atrás, cuando el rojizo no lo veía, este buscaba una chuleta hasta que recordó que esto era la vida real.

Pidió la mano al contrario con un gesto, este se la dio con pena y Mine comenzó a desinfectar la herida. Roblox desvió la mirada apenado, y mordiendo su labio ligeramente por el ardor.

Le miro de reojo. Mine mantenía su azul mirada concentrada en sus heridas y pasaba el algodón con sumo cuidado, tratando de no lastimarlo. Roblox pensó "Mierda, si se enterara de lo que sucedió mientras dormía..."

—Ahora te voy a poner las vendas, ¿esta bien? —Ahora sus ojos azules se posaban en el y el rojizo desvío su mirada casi por inercia, asintiendo con la cabeza.

Su tacto suave era casi hipnótico. No era la primera ni la ultima vez que lo sentía, pero se abstenía a reconocerlo. Veía como este enredaba la venda entre sus dedos y por ratos sentía escalofríos. Sin quererlo, empezó a desear que entrelazaran sus manos.

[......]

Ambos salían de la enfermería ya un poco mas calmados.

—Bueno, me voy... —Susurro Minecraft, un poco para si mismo pero audible para el otro y empezó a caminar en dirección contraria. Roblox sobaba su puño, ahora cubierto por vendas, cuando escucho eso y levanto la mirada para ver como su "rival" se marchaba.

Quería decir algo. Agradecerle. No lo se, evitar que se fuera. Pero al parecer, aquel jueguito que llevaban jugando desde que tenían memoria era mas fuerte que sus deseos. Le llamo.

El mencionado volteo a verle extrañado.

—Haz algo con los zombis de agua. Son un dolor de cabeza. —Se giro y se fue.

Una sonrisa surco los labios del ojiazul. Bien dicen que debes conocer mejor a tu enemigo que a ti mismo. Bueno, Mine lo conocía tan bien que hasta el sabía que Roblox no le agradecería.

Pero lo intento, y eso lo hacia feliz.