La verdad

345 52 0
                                    


Hoseok subió hasta la alcoba de su rey y comenzó a tocar la puerta desesperado.


-Mi rey, se qué está ahí, habrá la puerta por favor. - Hoseok no obtenía respuesta. - ¿Por qué ha matado a todos esos guardias? No era necesario... - susurró. - Dígame ¿Hansung está bien? - dijo preocupado por él.


De repente Hoseok escuchó unos pestillos y al abrirse las puertas el filo de una navaja tocó su cuello. El rey lo cogió por las ropas y lo empotró contra las puertas las cuales volvió a cerrar.


-¿Cómo es que sabes que Hansung está aquí? - lo amenazó el rey.

-Yo... os vi entrar. - se inventó Hoseok a la vez que veía las ropas ensangrentadas de su rey.

-... ¿Y por qué estás aquí? Te deje bien claro que ya no quería que fueses mi mano derecha. - hinco el rey la navaja contra el cuello de Hoseok haciéndole sangrar.

-P-por favor estaba preocupado por Hansung. Y sobre todo por usted mi señor. -Gimoteo Hoseok. El rey lo miró incompasivo ante sus palabras. - Por favor... lo siento mucho mi rey, yo sin usted no soy nada...


El rey observó como unas lágrimas comenzaron a caer por el rostro de Hoseok y apartó su navaja del cuello. Al momento se apartó de él y se sentó junto Hansung el cual permanecía en la cama.


-Si quieres volver a ser mi mano ayúdame. - dijo el rey señalando a Hansung.


Hoseok nada más oírle se le iluminaron los ojos y corrió junto a él y su pupilo.


-¿Qué le ocurrió, mi señor? - preguntó Hoseok.

-No lo sé, cuando me lo encontré se desvaneció al instante. Estaba muy pálido y sucio. Lo limpie un poco y comprobé si tenía fiebre. - dijo el rey tocando la frente de Hansung.


Hoseok estaba anonadado escuchando las palabras de su rey y observando lo delicado que era tocando a Hansung. Además podía ver en sus ojos algo que jamás imaginó ver. ¿Mi rey es eso acaso cariño? Se preguntó.


-Dígame ¿Qué fue lo que pasó cuando le convocó?

-No pasó nada. - apartó el rey la mirada.

-Se cuando me miente mi rey.

-Y yo también sé que me has mentido hace un momento. - lo miró el rey con superioridad. Hoseok trago saliva.

-Lo siento... - agachó Hoseok la cabeza.

-¿Quieres saber lo que pasó? Muy bien. - se levantó el rey. - Tras confesarme que se coló en mi palacio, me contó que sabía desde el principio que yo era el aldeano de las notas. Oh y también descubrí que por su culpa también tengo esta puta cicatriz en la cara. - dijo destrozando entre sus manos una manzana que acababa de coger.

-¿Su culpa? -preguntó Hoseok confundido.


El rey le contó la historia y Hoseok quedó bastante sorprendido. Vaya el destino los volvió a unir... Pero eso no me explica porque lo trajo aquí, es contradictorio. Su antiguo yo lo habría ejecutado sin pensárselo.


-¿No vas a decir nada? - lo miró el rey.

-Esto... el destino los volvió a unir mi señor. - sonrió Hoseok.

-¿Tú crees?

-Si, dígame ¿por qué comenzó a mostrar interés en él?

-El destino. - burló él rey evitando responder.

-Claro pero ¿Cuál es la verdad?

-Hoseok. - dijo el rey serio. - Aséame y vísteme como el rey de Silla que soy. Después déjame a solas con Hansung y limpia todo el estropicio que hay abajo. Y no dejes que entre nadie. ¿Has entendido?

-Sí mi señor. - se arrodilló Hoseok ante él.


Agust D sacó de su bolsillo la insignia que le había arrancado a Hoseok horas antes y se la volvió a colocar.


-Ya estás tardando. - dijo el rey.


Tras un buen rato aseándolo, Hoseok salió de su alcoba y bajó al patio para limpiar los cadáveres que había dejado su rey. Lo que no recordaba es que los amigos de Hansung estaban allí. Estos nada más verlo corrieron hacia su entrenador. Hoseok estuvo un buen rato calmando a sus pupilos y les hizo saber que su amigo estaba en buenas manos por raro que sonase.


*

Dos días pasaron desde que Hansung reposaba en la cama de su rey pero este no daba señales de ir a despertar. Nadie sabía del estado de ambos ya que el rey se encerró en palacio a solas con él. Ni a su mano derecha le dio el permiso de quedarse.


-¿Piensas despertar algún día? - dijo el rey admirando las largas pestañas de Hansung al caer la noche.


El rey cansado de esperar por el despertar de Hansung, se tumbó en su diván y quedó dormido.

¿Despertará algún día Hansung?



🌸 🌸 🌸

El Temible Agust D - Taegi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora