Hansung aprendiz de hwarang vive una vida tranquila y feliz junto a sus amigos, pero un día un extraño se le acerca y le da una nota. Hansung no le dio importancia hasta que volvió a recibir otra. A partir de ese día su vida cambiará . ¿Hansung logr...
El sol ya se había puesto y Hoseok había regresado de dar clases a los aprendices. No le dio tiempo a descansar cuando el rey lo hizo llamar.
-Mañana dale esta nota a Hansung. -extendió el rey la mano.
-Mi señor ¿Que se trae con ese joven? -dijo Hoseok cogiendo la nota.
-No es de tu incumbencia. Acatate a obedecerme y no hagas preguntas.
-Si, perdone mi señor. -se arrodillo Hoseok ante él.
*
Un nuevo día dio comienzo y los hwarangs se encontraban calentando. Hoseok como su rey le había ordenado se acercó hasta Hansung y le dio la nota a escondidas.
-¿No me digas que es otra nota? -le pregunto Hansung a su entrenador.
-Si, dime Hansung ¿Que te traes con ese tipo?
-No se quien es entrenador, es un hombre muy misterioso y no deja de decirme cosas raras... A veces creo que me espía, sabe demasiadas cosas sobre mi... -dijo Hansung comenzando a leer la nota.
Nota: Ten cuidado con la espada. Podrías apuntar a la persona equivocada y perder la mano.
¿De nuevo una amenaza? ¿A quien apunte yo con la espada? Este tipo es muy raro... Me gustaría volverlo a ver y preguntarle de qué va. Pensó Hansung.
-Solo te diré que tengas cuidado. No te fíes de él. -dijo Hoseok para así marcharse.
Durante el entrenamiento Hansung no podía olvidar la nota. Por una parte se alegraba de haberla recibido, hacía semanas que no recibía una, pero por la otra parte se sentía algo asustado ¿Quién será ese tipo? Tenía una cicatriz en la cara...
-¿Hansung me estas prestando atención? -dijo Hoseok.
-Si, si, señor. -dijo Hansung saliendo de sus pensamientos.
*
Tras las clases los chicos salieron a tomar algo a las posadas de la aldea.
-Ey Hansung ¿Todo bien? Hoy estás muy distraído. -dijo Seokjin.
-Oh si, si, no es nada. Brindemos chicos jaja.
-Claro. ¡Por nuestros tres meses como Hwarangs! -dijo Joon.
En cuanto las copas chocaron Hansung alzó la vista y se levantó de inmediato. ¡Oh dios mío! Es él. Hansung salió corriendo dejando a sus amigos en total confusión.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No puede ser, juraría que lo había visto. Se dijo tras llevar unas cuantas vueltas por las calles de la aldea. ¿Dónde se habrá metido? Pensó Hansung confundido.
*
-Por fin te encontramos Hansung ¿Se puede saber que te pasa? -dijo Min.
-Lo siento chicos, me pareció ver a alguien conocido y salí corriendo sin pensarlo.
Tras disculparse y dar explicaciones Hansung volvió a su casa, pero al llegar a la entrada se alarmó. ¡Oh dios mío! ¡Un ladrón!
-¡¿Disculpe que está haciendo?! -grito Hansung guardando algo de distancia.
En cuanto el desconocido se giró sus ojos se abrieron.
-Oh ¡Eres tú! ¡Espera por favor! ¿Quién eres? ¿Cómo te llamas?
Hansung salió de nuevo corriendo tras de él. Pero no logró alcanzarle. Casi lo alcanzó... En serio ¿Que está mal con él? Me amenaza, me obsequia, luego me vuelve a amenazar... Y ahora esto. Pensó Hansung entrando en su casa.
-¿Qué es esto? -dijo Hansung agachándose a coger algo del suelo. -¡No me jodas!
Nota: Ni se te ocurra volver a perseguirme por la aldea.