P R E F A C I O

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El cuerpo desnudo de la chica descansa sobre la camilla del sotano, las correas le impiden escapar y los gritos son ahogados por la cinta que sella sus labios. Me coloco los guantes y tomo el cuchillo de hoja gruesa para proceder a hacer un leve corte a lo largo de su abdomen mientras que introduzco lentamente la mano al tiempo que despego la piel de su carne como un puerco.

-¿Duele?-le pregunto sonriendo. Ella solo grita y llora sin abrir los ojos-.¿No?- sostengo la piel y tiro de ella rápidamente sintiendo placer al escucharla.


¿Por qué demonios estaba imaginando como matarla y hacerla sufrir? Meneé la cabeza alejando esas imagenes de mi mente y observé el reloj de mi muñeca, eran casi las dos de la mañana, pero necesitaba aclarar las cosas antes de que terminara creando un lío más grande. Divisé la floristería a unos pocos metros y apresuré mis pasos hasta llegar a la puerta.

-Ya está cerrado-dijo ella al escuchar la campanilla.

-Lo sé.

Ella giró bruscamente cuando hablé y fruncio el ceño.

-No tenemos nada de que hablar-sentenció agarrando su bolsa para salir.

-Fue un mal entendido, si me permites puedo explicar por qué me viste salir de su casa la otra noche-insistí comenzando a ponerme algo ansiosa al no saber como reaccionar.

-¿Qué explicación me darás, Celeste?, ¿qué son solo amigos?, ¿qué no te follaste a Andy?, ¿qué no eres una zorra?....

Perdí todo el control en mí y dejé de escuchar lo que decía para solo prestarle atención a sus palabras en mi cabeza.

-No te sientas culpable por algo que no hiciste-frotó mis brazos con ambas manos-. Si tienes que pelear, hazlo. Hay momentos en los que la violencia es la única solución.

Dos segundos.

Fue lo que tardé en agarrar las tijeras de jardinería y clavarlaselas en el abdomen. Su mirada reflejó terror mientras alternaba la vista entre su mano ensangrentada y yo. Las piernas comenzaron a flaquearle hasta que calló al suelo. Yo solo la observé arrastrase hacia atrás sin saber que hacer, obviamente nadie en su sano juicio dejaría que la ayudara la misma persona que acababa de apuñalarle. Su espalda chocó con algo, o mejor dicho, con alguien. Observé las botas negras mientras ascendía hasta llegar a su rostro. Hundí ligeramente el entrecejo.

-Tu problema es conmigo, no con ella-dijo y juro que podía sentir como su mirada atravesaba cada parte de mi cuerpo.

-¿Quién eres?-pregunté, pero no obtuve respuesta. Me acerqué para levantar la tela que cubría su rostro pero en un rápido movimiento me hizo dar la vuelta hasta que mi espalda quedo contra su pecho inmovilizandome.

-We will meet again princess- dijo antes de soltarme, pero cuando volteé había desaparecido.

Bajé la mirada para dirigirme a la chica que comenzaba a perder demasiada sangre-. No era mi intención hacerlo, pero entenderás mis razones cuando estes mejor.

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HADES (Dulce Pecado#1)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora