C A P Í T U L O 11

21 10 7
                                    

⊰࿇⊱┈──╌❈╌──┈⊰࿇⊱

Celeste.

Comenzaba a amanecer cuando estacioné la camioneta en el portón de la propiedad Walter. Estaba realmente cansada y con la mentre trabajando a millón por minuto, necesitaba dormir un poco e intentar aclarar las ideas más tarde.

A penas abrí la puerta fui recibida por un Nicholas furioso, solo le faltaba echar humo por las orejas y mover una pierna como un toro listo para atacar. Dejé las llaves en el estante y me dispuse a subir la escalera hacía mi habitación. Y claro que Nicholas me lo permitió—nótese mi sarcasmo—. Suspiré y volví a bajar los pocos escalones que había subido hasta estar frente a él.

—¿Dónde estabas?

—Buenos días para ti también—le sonreí pero él seguía con su cara de perro rabioso. Resoplé y rodé los ojos—. Estaba en mi pueblo—respondí en un tono cansino.

—¿Rosewood?

—Wonder Bill—al decir aquello su expresión cambió a una confundida. Su entrecejo fruncido le daba un aire más serio.

—¿Por qué no contestaste mis llamadas?

—Estaba ocupada.

—Haciendo, ¿qué?— cruzó los brazos tomando una postura más intimidante. Al menos para alguien con mi tamaño, es intimidante.

—No es de tu incumbencia.

—Te he hecho una pregunta—su voz se escuchó más grave que antes.

—Ya estoy bastante mayorcita para andar dando explicaciones de dónde estoy o lo que hago—refunté y me dispuse a subir las escaleras.

Nicholas sostuvo mi brazo impidiendome seguir.

—Estás actuando como una puta niña—alzó el tono de su voz.

—No eres nadie para controlarme.

Mis palabras fueron como un balde de agua fría sobre él. Su semblante se volvió totalmente impasible y soltó mi brazo de su agarre con la intención de alejarse.

Por el pasillo apareció la figura de Jeremy. Llevaba el torso desnudo,completamente mojado. Probablemente acababa de salir de la piscina. En las manos tenía una toalla con la cual secaba su cabello. Alterné la vista entre ambos gemelos quedándome mentalmente en un trance que no sabría como describir.

No me había dado cuenta de lo que había hecho hasta que los vi juntos. Si uno se llegaba a enterar de que yo había tenido relaciones con el otro no había cabida de la menor duda de que armarían la tercera guerra mundial, eso provocaría el divorcio de mi madre y nuestro regreso a Rosewood. Lo de menos era regresar, pero realmente me preocupaba que esa información llegara a oídos de mi madre, nadie a demás de mi lo sabía. A menos que Nick se enterara de que me había acostado con Jeremy o que Jeremy supiera que lo había hecho con su hermano en la iglesia. Aunque tenía la certeza de que Nicholas no hablaría—o al menos quería creer eso—, temía que a Jeremy se le fuera la lengua en uno de sus comentarios "bromistas". Suspiré frustrada y terminé de subir las escaleras, no me quedaba de otra que tener fé en que ninguno abriría la boca.

[....]

El ruido de las gotas golpeando el cristal de la ventana me hizo despertar. La oscuridad inundaba gran parte de la habitación y el frío se sentía incluso debajo de las mantas. Bajé con la intención de entrar a los perros porque seguramente los habían dejado fuera, pero no, ya estaban calentitos y dormidos en la cocina.  Estaba sirviendome un vaso de agua cuando se fue la luz. Todo quedó más oscuro de lo que ya estaba, sinceramente no me tomé la molestia de revisar nada porque yo no soy electricista, simplemente miraría todos los cablecitos y palanquitas que habían sin tener ni puta idea de que hacer. Tampoco me exalté porque de haber un ladrón o algo parecido ya los perros hubieran entrado en acción. Salí al portón principal para ver si alguien podía ayudarme, pero recordé que era el día libre de los empleados, ni siquiera el portero estaba allí. Solo me quedaba la opción de despertar a uno de los gemelos o quizá a ambos. Volví al interior, subí las escaleras hasta llegar a la puerta de Jeremy y di un par de toque en ella, aún era temprano así que de seguro estaría despierto. No obtuve respuesta por lo que insistí pero seguía igual. Giré el pomo y entré.

HADES (Dulce Pecado#1)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora