22. Una esposa Trofeo

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Sigo pensando en porque hice está mierda, supongo que casi nunca tomo las mejores decisiones y menos cuando estoy molesta, pero ya ni modo a seguirle con mi plan mental de hacer sufrir a Chris.

Estoy recostada pasándole a las series de Netflix sin saber que voy a hacer con mi vida, todavía no pienso decirle del embarazo, no se tal vez tengo miedo de que él se enoje, no estamos en buenos términos por el momento y simplemente no quiero ser una mera obligación con la que debe cargar.

No tengo ni la mínima idea de cómo ser una esposa trofeo, por lo que decido ver Real Housewives, ya saben la serie en donde sale la mamá de Gigi Hadid diciéndole no comas esto no comas el otro.

Me quedo dormida después de ver los 3 primeros capítulos, la verdad esto de dormir ya me está gustando más de lo normal.

...

Despierto y no logro ubicar donde estoy, hasta que mi mente me recuerda que anoche me vine con Chris y le dije que me quedaría con él.

Bajo las escaleras y lo veo tomando su abrigo para salir.

-¿Irás a trabajar?

-Idiota, hoy es día laboral obvio va a ir a trabajar, tu deberías hacer lo mismo- mi diva interior me reclama.

-Hay cállate que fue tu idea que viniéramos aquí- le dice mi yo con aureola.

Chris me observa y pinta una linda sonrisa en su rostro.

-Sí- dice con obviedad.

-Me podrías esperar para pasarme a dejar a la mansión de tu abuela, necesito recoger mi auto- pido casi en un susurro.

Me duele la cabeza que casi ni puedo mantenerme de pie.

Tal vez ayer me pase de copas mientras charlaba con Danielle

-Claro.

Subo rápido para darme una ducha como flash y me cambio con la ropa que tengo aquí que sinceramente es más de la que me lleve.

Decido un vestido algo revelador, no tanto, de hecho, es lo más revelador que tengo en mi armario y es que nunca pensé que estaría haciendo esto.

Bajo las escaleras corriendo.

-Con cuidado, te podrías caer- escucho la voz de mi esposo al final de las escaleras.

Sigo bajando las escaleras esta vez con más cuidado, no porque Chris me lo haya pedido sino porque recuerdo que estoy embarazada.

-¿Nos vamos? - pregunta Chris una vez llego a su lado.

...

-veo que las cosas se arreglaron entre los dos - la voz de Sofia en el comedor principal me causa un soponcio, haciendo que posiciones las manos en mi corazón tratando de calmarme.

Trago saliva.

-Aún no esta del todo resuelto- ella me observa atentamente mientras bebe de su fina tasa de porcelana- Pero seguiré tu consejo Sofia y tratare de arreglar el problema, no quiero huir.

Ella me dedica una tierna sonrisa, como esas que te da tu madre cuando está orgullosa de ti.

-me alegra escuchar eso, así podré irme en paz

Por un momento casi me da el patatús al escuchar esas palabras, hasta que dirijo mi mirada a donde esta la suya y veo muchas maletas apiladas.

-Me iré de vacaciones a Arabia por un tiempo, creo que lo merezco- escuchar esas palabras me calman y hacen que una sonrisa surja de mi rostro.

Casada con el CEO ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora