Bored tiene el honor de presentarles el primer libro en todo Wattpad (y probablemente, de cualquier otra plataforma) dedicado a este inexistente ship.
O
Porque no le tuve miedo al éxito y lo hice, cumplí mis caprichos de serokirisero.
- serokiri ;;...
Datos: - drabble canon en «de humanos y dragones» - soft ;; medieval!au.
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—Oye, Hanta —Eijirō llama al hombre desde el pie de escalera, un poco cohibido por sus propios pensamientos—. ¿Podemos... hablar?
El pelinegro asiente, mirando a su compañero con el semblante pacífico. Está cansado por haber vuelto del trabajo hace poco, reposando en el sillón. Pero por como el pelirrojo lo ha abordado, puede suponer que simplemente quiere preguntarle algo.
—¿Qué pasa?
—B-bueno. —Decide tomar lugar, más cerca de Hanta para mejor comodidad—. ¿Me... Me darías un beso?
Aunque solo transforma el momento en segundos de tensión y silencio, una situación impropia entre ellos dos.
—¿Disculpa? —Sero está incrédulo de lo que ha oído, anonadado por el pedido y de cómo la situación cambio en un instante.
—Oh, ehm. Un beso es...—Busca una forma clara de explicación, algo con sentido para el inexperto pelirrojo. Jamás creyó que tendría que darle de estas charlas a alguien, y ahora que tiene a (quien parece) un joven adulto preguntando y examinándole fuertemente, es muy raro—. Un gesto que se le da a una pareja amorosa. Amorosa en el sentido de más que amigos o compañeros... pero acaban siendo eso en cierta parte —duda—. Es un concepto difícil de explicar...
—Ah, es que. —Rasca su nuca con nerviosismo—. Hace un tiempo, Katsuki lo mencionó. Y luego me explicó cómo se hacía y poco más...—Baja su mirada—. ¿Podrías... mostrarme cómo hacerlo? ¡No hace falta si no quieres! —Mueve sus manos en un ademán.
—Mmmh, está bien.
—¡¿De verdad?!
—Supongo que si es para ayudarte...
—¡Gracias, en serio! —Se re-acomoda en su lugar, algo inquieto pero feliz—. Y... ¿qué se supone que pasa ahora?
—Pues...—Hanta comienza a acercarse a el pelirrojo, intimidante. Mata el único ápice de seguridad que pareció dominar al ex dragón segundos atrás. Y agradece ser alto o esto sería más complicado, teniendo que elevarse aún así—. Te acercas al rostro de la otra persona, vas cerrando los ojos, te dejas llevar...
Te dejas llevar. Eijirō cosquillea, haciéndole caso al mayor. Sintiéndose acorralado, sin acabar de tocarse, pero con una fuerte tensión en el aire y en su cuerpo.
Y cuando sus labios rozan, cuando están a nada de besarse completamente, Sero golpea con su nariz la opuesta, logrando unos segundos de confusión en el rostro contrario.
Se separa parándose, casi riendo por la expresión y el sonrojo del otro, aunque admite que está descolocado también por su propia manera de actuar. Maldición. Estuvo a nada de llegar demasiado lejos con su compañero.
—Y juntas la boca con la otra persona, eso es —acaba la explicación con falsa seguridad en su voz.
—¡¿A-ah?!
—¡La verdad! Me parece mejor si reservas tu primer beso para alguien especial, pero espero haber saciado tu curiosidad.
Eijirō asiente, a pesar de no estar prestando verdadera atención. Está demasiado concentrado en el intento de ósculo y en que su corazón no deja de latir fuertemente como para poder formular algo más que un jadeo.
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