12. Fraude.

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Datos:
- au! sin quirks.

En una tarde cualquiera en su trabajo, Sero es citado a la oficina de recursos humanos sin tener muy en claro las razones

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En una tarde cualquiera en su trabajo, Sero es citado a la oficina de recursos humanos sin tener muy en claro las razones. Así que se dirige allí, más que nervioso, profundamente confundido.

No ha tenido conflictos esos días con ninguno de sus compañeros ni se ha saltado ninguna de las normas de la empresa —no ha sido visto, quiere creer.

Él entra a la oficina, cerrando la puerta tras de sí. Frente a él, una joven castaña de mejillas redondas lo mira con seriedad.

—Buenas tardes, señor Sero.

—No hace falta tanta formalidad, Uraraka —dice, tomando asiento frente a ella—. Trabajamos juntos desde hace años, dime Hanta.

El castaña asiente y le sonríe, sabiendo que señor Sero suena más gracioso y no dejará de decirle así. Se relaja corporalmente y habla.

—Te he citado hoy porque uno de sus compañeros denunció que estás cometiendo... fraude marital —dice, leyendo en la pantalla de la computadora—. ¿Qué significa eso exactamente?

—Uno de mis compañeros...—pone su mano en su mentón, pensativo. Luego, chasquea los dedos—. Déjame adivinar, ¿Monoma otra vez?

Uraraka no afirma, pero tampoco niega que eso sea verdad. Sero decide continuar.

—Bueno, entonces, te voy a contar lo que pasó para que te quedes tranquila. —Chismosa, piensa—. El otro día estaba hablando con la chica nueva, Ashido, y le cuento que un día con mi mejor amigo, bueno, con Eijirō descubrimos una forma legal de ganar más dinero y algunos beneficios en nuestros trabajos.

—Ujum, sí, sí —escucha atentamente.

—Y... —titubea— esa forma era casándose con alguien, ¿sabes? No lo pensamos mucho —Sero mira hacia el piso, un poco apenado, pero enseguida regresa la vista a su compañera con una sonrisa tímida—. Kirishima y yo nos casamos, de eso estás al tanto seguramente. Ahora yo hago significativamente más dinero, y puedo comprarnos cosas más bonitas y tener una vida mejor... Pero no considero que seamos gays.

—Mmh, bueno. Pero legalmente si están casados, ¿no? Entonces no hay fraude. Quiero decir, no hace falta casarse por amor o algo así, y estos papeles están en orden y forma.

Sero asiente sin dejar de sonreír. Lo siguiente que hace es sacar una cadenita de debajo de su camisa con un anillo dorado colgando en la punta.

—Aunque sí lo amo. —Agarra la sortija y la mira con emoción—. Amo a Eijirō un montón.

- creo que pasó más de un año desde la última vez que actualicé acá

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- creo que pasó más de un año desde la última vez que actualicé acá. decidí re-subir estos escritos, y sumar este nuevo como un momento nostálgico de mi parte. me encanta el serokiri y de a poquito estoy volviendo a escribir. ♡

Caprichos Serokiri.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora