Datos:
- drabble muy soft, continuación
de «soplido mañanero».Hanta deja escapar un jadeo cansado, dolorido, haciendo sonar su cuello. Trata de mantenerse de pie lo mejor posible, proseguir con un andar fingidamente recto y sereno mientras siente ojos ajenos sobre él.
Solo es un corto tramo, que se le antoja interminable; hasta la puerta de su casa. Nada más.
Algunas heridas en su cuerpo no han acabado de sanar, sin embargo, y ni siquiera eso es capaz de frenar el ímpetu por llegar, el deseo de acostarse en su mullida cama de una buena vez.
Nada detendría sus ansias de ver y tocar a su novio por fin.
Hanta se arrastra quizás con dolores de urgencia. Necesita reposar pronto. Ha sido custodiado hasta pisar la acera y quién sabe si todavía lo está siendo. Probablemente sí. Es por su seguridad, pero está harto de la comisión de héroes y de sus pautas extrañas.
Está harto de muchas cosas.
Hace ruidos al abrir la puerta, y cuando lo consigue, sonríe victorioso. Entra, vuelve a cerrar con llave, y se pasea por su pulcro hogar prendiendo las luces. Nota que el pelirrojo se lució limpiando en caso de que él volviera pronto, bonito detalle tras tres o más semanas desaparecido.
Es entonces cuando escucha varios sonidos apurados provienen de su cuarto. Y, de la nada, una silueta robusta se asoma por el umbral.
—Maldición, Hanta —Kirishima advierte dormido, vestido únicamente de bóxers negros y refregando sus ojos. Suspira—. Mierda, m-me asustaste...
—¿Solo eso vas a decirme?
Eijirō niega, sonriendo abiertamente, y se acerca somnoliento a abrazarlo. Abrazarlo fuertemente, crujiendo huesos y sacándole más jadeos al azabache en el proceso.
—M-mierda, Kiri...
—No creí que regresarías tan pronto —solloza—. No me permitieron ir a verte al hospital, lo siento. Apenas se infiltró la noticia en la TV, yo creí que-...
Hanta se enternece por la palabrería contraria y el dolor pasa a segundo plano cuando sus labios están sobre los del pelirrojo. Se siente en casa al fin.
Eijirō acaricia hebras azabaches mientras pasa shampoo, hace espuma en su cabeza. Capricho suyo el de lavar a su novio, por supuesto, pero realmente necesita sentir que esto no es un cruel sueño.
—Tienes muchos moretones visibles —murmura con angustia, tallando la ancha espalda—. ¿Qué pasó?
—Estoy casi completamente recuperado, en serio —Hanta sonríe apenado—. Un tipo grande me estrelló varias veces contra la pared cuando cubrí a Charge, pero logramos completar la misión. Esto es nada y lo sabes.
Kirishima asiente y prosigue con tranquilidad impropia, sin acotar algo más. Hanta no parece tener muchas ganas de hablar y entiende lo cansino de esto, él trabaja de lo mismo al final de cuentas.
Más tarde, cuando ambos se hallan en ropa interior y recostados juntos, Hanta mima el cuerpo ajeno, hace circulitos en su pecho. Eijirō insiste en que el herido no es él, pero el azabache no le da mucha bola.
—Espero dejarte dormir esta noche...—susurra, rozando con su nudillo la mejilla contraria.
—Oh, créeme que lo haré espléndidamente.
Besa sus labios, sus frentes, antes de dejarse llevar por la noche.
- cosa que escribí cuando se cortó la luz en mi casa heh 🤙🏻avisen si ver errores.
ESTÁS LEYENDO
Caprichos Serokiri.
FanfictionBored tiene el honor de presentarles el primer libro en todo Wattpad (y probablemente, de cualquier otra plataforma) dedicado a este inexistente ship. O Porque no le tuve miedo al éxito y lo hice, cumplí mis caprichos de serokirisero. - serokiri ;;...