I N S T I N T O

Sin sentimientos

La sangre corría por todas partes, y por todos lados al parecer y sin querer me había cortado una vena, en cuestión de minutos estaba siendo trasladada a un hospital, aunque dentro de mi estado de embriaguez insistía en que me sentía bien.
Era una joven de 18 años, yo podía tomar alcohol.
Me empecé a sentir mareada y un poco fría, al llegar al hospital fue peor, porque el dolor de cabeza me estaba matando.
La gente hablaba y mucho, todos al unísono y yo solo podía rastrear en mi cabeza pequeños fragmentos de esas conversaciones.
-No llamen a nadie- fue lo único que dije antes de desmayarme.

Todo estaba en silencio, no se escuchaba nada, solo alguna máquina que hacía un ruido extraño. Abrí los ojos y me percaté en donde estaba. Respire hondo y me mire la muñeca, era bastante profunda, pero ya me la habían curado.

Estaba justo junto al brazalete asi que decidí quitármelo y guardarlo, no iba a pelear por devolvérselo o algo, simplemente lo tiraría ahí en cualquier parte de la habitación, si el algún día lo necesita me lo pediría.
Lo primero que ubique fue el reloj, y para mi suerte no estaba muy lejano de la hora que había salido del trabajo.
-Amador ya te puedes marchar a casa con la condición de que me prometas que esto no sé a volver a repetir- y me pasó una tarjeta de un psicólogo.
-No es lo que usted cree- le dije al percatarme de que esa cortada parecía intento de asesinato.
-Eso lo sé, me preocupa el hecho de que hayas bebido tanto- me dijo y sin más se marchó.

Al ponerme de pies me sentí algo mareada pero era algo que podía manejar. Ya me habían despachado, le expliqué la situación al doctor de que no podían venir por mi aunque también le especifiqué que ya era mayor de edad. Solo tomaron el seguro médico e hicieron el papeleo.
Tome un taxi a casa, tenía muchas ganas de dormir.

Amaneció demasiado rápido, y para colmo era martes! Ósea que hacía un martes en la semana, no lo sé!
A duras penas me cambie y me fui a l escuela. No tenía ganas ni siquiera de hablar y para mi suerte no tenía ninguna exposición el día de hoy. Hubo una hora libre ya que una de la maestra no pudo asistir, me dispuse a adelantar tarea.
-Que te pasa Mona?- ese fue Rodrigo que puso una butaca frente a la mía.
-Tarea atrasada- respondí y seguí en lo mío.
-Debes estar enferma, te pusiste un abrigo y ni siquiera hace frío- comentó antes de irse y dejarme sola de nuevo.
También se acercaron Winifer y Mateo pero no le hice mucho caso.
Esa hora me sirvió para avanzar historia y leer algo de lenguas modernas, el idioma no era lo mío, pero debía pasar la materia.
Salí a eso de la 1:30 y fui directo a casa. Dormí dos horas más, y comí algo antes de irme a trabajar.
Por suerte me tocaba ir a limpiar hoy. No tenía ganas de verlo ni de ver a su increíble novia Steicy.
Cristina ya conocía la rutina así que me entrego las llaves.
Solo tenía que lavar y limpiar.
Me sorprendió que la lista fuera tan simple, pero a la vez me alegro, eso significaba que me podía ir en cuanto terminara.
Organice la sala, bueno no fue mucho, solo sacudí los cojines.
Luego pase a la habitación. La cama estaba perfectamente hecha, solo había algo en una bolsa. No pude resistir la tentación, dentro había una lencería roja. Era un bóxer de encaje rojo y un especié de bra con un bello lazo al frente.
Trague seco.
Lo estaba aceptando, en verdad estaba empezado a asimilarlo.
Lo doble y deje donde estaba y continué con mi tarea.
En dos horas había terminado y me dispuse a irme, pero para mi sorpresa alguien estaba entrando por la puerta.
Ahí estaba él parado justo frente a mi, con su siempre increíble atuendo, siempre despreocupado.
Jeans azules pero esta vez llevaba un tshirt negro.
No pensé en saludarlo ni siquiera mirarle, era su empleada como él mismo había recalcado y cómo tal me iba a comportar.
Solo asentí al mirarlo y decidida iba en dirección a la puerta.
-Living- su voz fue un auténtico golpe en seco. No se denotaba nada ni ira ni entusiasmo. Solo había dicho Living como cualquiera lo diría.
-Señor- respondí, quería que él se diera cuenta que había entendido mi lugar y que solo me limitaría a eso. No iba a permitir bajo ninguna circunstancia convertirme en una mártir que llorara por cada rincón. Él me gustaba eso no había forma de negarlo! Pero también estaba el tiempo y la desilusión que suele ser una combinación perfecta para matar aquella plaga y peor aún si se estaba dispuesto a olvidar.
-Pienso que te debo una disculpa, quizás soné algo despectivo cuando te presenté con Steicy- dijo con algo de duda en la boca.
Tuve ganas de sentarme en el piso y reír por horas. Ósea es en serio! De todas las cosas que me hizo se disculpa por ello.
-Descuíde, solo me dejo claro mi lugar, y de eso estoy agradecida- le dije y me marché con una sensación amarga.
Llegue temprano a casa, así que hice de cenar y busque oficio en que ocuparme. Sabía bien que lo mejor que se podía hacer era ocupar la mente, no dejar espacio para pensar.
Juro que lo trataba, pero me era casi imposible que algún recuerdo de él no me pasará por la cabeza, como aquella vez que había venido a casa en la madrugada porque simplemente no había encontrado lugar.
Eso me hizo sentir especial porque recurrió a mi.
No sabía porque me dolía tanto que tuviera un noviazgo si al fin y al cabo había decidido olvidar lo qué pasó aquel día. Habíamos retozado, claro!
Era imposible que no se hiciera. Habíamos tenido relaciones.
Era la segunda vez que me presentaba una novia en menos de un...año? Unos meses?
Entonces qué significaba para él un noviazgo? Acaso eso quieres Living? Sé que sueno estupida hablando conmigo misma, pero soy estupida en este momento y patética.
Si Julia hubiera estado aquí solo me diría que busque un reemplazo, pero el tema es que para mi es difícil, soy alguien de relaciones largas, que valoro y respeto al otro. No puedo simplemente olvidar de un día para otro y mucho menos acostarme con alguien para olvidar a alguien más. Lo último fue patético! Fui a un club a que me desvirgaran, mejor hubiera ido a cualquier médico por un examen y seguro sin darse cuenta me quitaban el estupido himen, eso hubiera sido una excelente idea.
Bufé.
Ya no encontraba que hacer y no fui con mamá odiaba cuando se ponía en plan psicólogo-policial.
Busque los audífonos y me puse a escuchar música.
Amaba la música! Y entre más alta mejor.
Hacía que mi mente se relajara y olvidara al menos por el momento, pero como en toda vida normal y no de novela termine escuchando canciones que me hicieron sentir un poco más mierda.
Me dieron ganas de llorar, pero no lo hice! Ósea porque, quién era él?
Quién era él?
No se lo iba a permitir, no dejaría que me hiciera sentir así!
Me declaro sin sentimientos, carajo!!!
Aquí nadie va a sufrir por nadie y menos por un tipo que se está rompiendo de bueno y te presenta a una tipa que no se puede odiar porque la muy estupida es terriblemente bella y para el colmo sumamente amable.
Estoy lista para que me lleve quien me trajo!