– ¿Porque un cabaret? – estaba inundada en los brazos de Viktor cuando hizo esa pregunta. Aun seguíamos en la cama, mientras el tv que estaba empotrado a la pared frente a nosotros pasaba un infomercial.
– De que hablas? – pregunte inocente con el fin de ganar tiempo. Sabia que estaba en todo su derecho de preguntar sobre todo ahora que se había abierto conmigo... pero mi historia no incluía solo una infidelidad, era mucho más dramática para mi gusto.
– Bueno... como terminaste allí? – pregunto de nuevo. – no me malentiendas, se que eres buena pero... también puedo notar que tienes mucho potencial para algo, ya sabes... mejor. – hablaba un poco entrecortado, como si tuviera miedo de ofenderme con sus palabras.
Temía abrirme y que fuera demasiado. No queria que nadie sintiera lastima por mi, mucho menos Viktor... ¿debo decirle la verdad? ¿Qué podría salir mal? ...
–bueno, es una larga historia pero en resumen... el dragón fly me rescato – sabia que esa respuesta no seria de su agrado pero es lo que podía decir por ahora. – entiendo, y que hay de tus padres? – me animo a seguir hablando, y se removió un poco en la cama para poder verme a los ojos.
Los evite. – bueno... tenía veintiún años cuando me fui de casa, ellos viven en Carolina del Norte así que no los veo desde entonces... – y era verdad. Deje atrás a mi familia puritana.
–wow, vaya viaje hasta acá – Viktor estaba sorprendido, y ni siquiera había comenzado. – viajaste tu sola? Cual es tu edad? – ahora el parecía más intrigado por mi vida.
Rei ante su interés. –veinticinco... cuál es tu edad? – quise saber. Esto era como jugar a la trivia del doctor y la bailarina. Una mueca se formo en su rostro. – bueno, espero que no te moleste salir con alguien ocho años mayor... – vacilo, y por poco no creo sus palabras. No aparentaba tener más de treinta años pero debía de suponerlo, no podía tener una carrera establecida con tan pocos años.
–¡no puede ser! ¡tengo un sugar daddy! – bromee, y él se unió a mis risas. –si, muy graciosa... – bufo con recelo, pero sabia que estaba jugando conmigo.
– No – respondí cuando las risas cesaron. Viktor me miro atento. – no viaje sola... – estaba por hacerlo. Iba a abrirme y para hacerlo necesitaba una bocanada de aire fresco.
POV VIKTOR [Point of view]
Me sentía extraño haciendo tantas preguntas a Nina pero realmente no conocía nada de ella, ¡vaya dato! el saber que provenía de Carolina del Norte... ahora comprendo ese tono de piel tan inusual y sexy...
Parecía que tenia una lucha interna cuando hablaba de su pasado. ¿Qué había salido mal? – en ese entonces creía que todo era posible, incluso en el amor... – comenzó, y trate de no apresurarme a sacar conclusiones. – escape con en ese entonces mi novio, Adam, viajamos en su auto por muchos días, ya sabes llenos de "esperanzas y sueños" – dijo haciendo comillas con sus dedos.
Odiaba que apartara esa hermosa vista de mí, como si fuese a juzgarla. – con el tiempo me di cuenta que Adam era un persona diferente a la que conocía... creo que vivir en una ciudad llena de movimiento lo hizo, agresivo – fruncí el ceño. ¿lo estaba defendiendo? ¿ese idiota le había hecho algo?.
Entonces, mire sus marcas en el cuello. ¿este era el tipo de hombres que le gustaban? Ahora estaba molesto.
Aparte mi mirada de ella, pero Nina seguía hablando y hablando. Mi mente se nublaba de furia... explico como su borracho y estúpido novio la saco una noche de casa... como un imbécil dueño de un cabaret de mala muerte le "ayudo" ... ahora pensaba en el hijo de puta que la había tomado del cuello. ¡¿Cómo Nina se podía sentir agradecida con todos los idiotas que llegaban a su vida?!
Nina solo aparentaba ser fuerte, estaba claro que desconfiaba de los hombres y que la idea del "amor" le causaba asco... ¿No entendía que todo era culpa de ella? Tus decisiones forman tu vida. Es así de simple. Pero preferí callar antes de decir algo que no fuese correcto.
–¿Viktor? – se acercó a mí, inundándome de su aroma. No me había dado cuenta de que tenía la vista en el techo para evitarla, – ¿todo bien? – pregunto en cuanto paro de hablar acerca de sus "amistades" en el trabajo "que la había salvado".
–¿Por qué no dejas el cabaret? – sabia que mi pregunta había sonado muy tosca, lo note por la expresión en su rostro.
–se llama Dragon Fly... y es muy importante para mi – susurro como si la hubiese hecho sentir mal. Eso me mato.
Me incorpore, sentándome sobre la cama. – entiendo que es importante para ti preciosa... – acaricie su mejía. – pero, porque trabajar con personas que te hacen esto? – pregunte, refiriéndome a sus marcas.
–solo necesito hablar con Simón, y todo estará bien – me dijo con esperanza en sus ojos... ay Nina aun eres una niña...
Sabía que no podía presionarla, así que tomaría esto con calma. – de acuerdo – mentí con una falsa sonrisa. – pero, si alguien te pone las manos encima... voy a matarlo – eso, era verdad.
Nina sonrió de oreja a oreja, y me dio un pequeño beso. – ¿Cuándo regresas al lugar ese? – quise saber, me miro mal pero no era mi intención olvidar el nombre del cabaret.
–lo hare mañana, creo que puedo cubrir esto con un poco de maquillaje y ¡listo! – sonaba ¿emocionada? Si que era una mujer extraña. – ¿iras a verme? – me miro coqueta. Extraña y condenadamente caliente...
–mmm... si no se presenta una emergencia estaré por allí – sin presiones Viktor, ese debía ser mi nuevo mantra. Un hombre como yo, no le parecía nada divertido ver como otros idiotas babeaban por ella, pero aún no podía ser tan territorial, sabía que debía darle su espacio.
–de acuerdo – me dio otro beso. – si llegas a tiempo, podría darte un baile privado... – hizo un camino de besos por mi pecho haciéndome recostarme contra la cama de nuevo. – ¿te gustaría? – pregunto al llegar al borde de mis boxers. Me volvía loco...
– Por supuesto – le hice saber, cerré mis ojos al sentir sus labios húmedos contra mi miembro.
Quise detenerme a pensar en que me estaba metiendo... pero no lo logre. No podía pensar cuando Nina se atragantaba de mi...
Otro día, me prometí.
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El Dragon Fly
RomanceLuego de descubrir a su esposa en la cama con otro hombre, Viktor Markov decide desahogar sus penas en un cabaret en las afueras de la ciudad de Brooklyn, New York en donde luego gracias a la existencia de Nina, la mujer que lo volverá loco, se da c...