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–esuchame Nina, no juegues conmigo... – su rostro estaba muy cerca del mio y sus palabras salian a regañadientes. – yo te ayude, yo te rescate de la calle... y me lo debes! – cuando intente safarme de su agarre este me tomo con más fuerza.
La situación se me salia de las manos, y en un movimiento brusco me pude alejar de el. – escuchame tu a mi Simón– le dije con la sangre hirviendo. – yo no te debo ¡Nada! – le grite, pero no termine de decirlo en cuanto estampo su pesada mano contra mi mejia izquierda. Senti mucho ardor en todo mi rostro.
–eres una malcriada! – grito. – si quieres irte, vete... esta claro que ya encontraste a un bueno para nada que haga cambiar tus ideales, y sabes que es eso Nina? – bufo. – eso es debilidad, y no necesito a nadie como tu en mi negocio – sus palabras salian tan rapido que yo seguia sosteniendo mi rosotro con ambas manos.
Esto era todo, sali hecha una una fiera del camerino, y mientras me abria paso en la multitud sus palabras retumbaban en mi cabeza. Senti un agarre en el brazo y temi que fuera Simón. – te vas tan pronto? – susurro en mi oido, era mucho peor, era Alessandro. – sueltame! – le grite, la musica estaba tan alta que apenas y yo pude escucharme.
Estaba tan harta que me agarraran como a muñeca de trapo. – oye tranquila – alzo las manos como si no hubiese hecho nada. Antes de irme necesitaba despedirme de Jane – ven acá ricura... mira que me haz hecho falta – susurro mientras pegaba su cuerpo al mio.
–Alessandro, por favor – pedi ya sacada de quisio. El lugar estaba a reventar, senti su mano apretar mi gluteo. – te quiero arriba de mi – me dijo y senti asco ante sus palabras.
–no me vuelvas a tocar! – lo empuje y segui abriendome paso. Vi como me seguia por el rabillo del ojo. Entonces lo encare y este se detuvo de golpe. Estabamos cerca de las cortinas de seda, en donde se hacian los bailes privados
Por la forma en que me sonreia sabia que esto era un juego para el. – vamos, dame un baile – exigio y me halo del brazo, empujandome hacia las cortinas.
–sueltame! – trate de golpearlo, y mientras luchaba contra el pude ver a Mister O. acercarse a nosotros. Espere su ayuda – asi es! Tomala con fuerza! – lo alento, y Alessandro solto una carcajda. ¿Qué diablos estaba pasando?
Maldito viejo texano.
Esto estaba mal, no podia obligarme a entrar. Y mientras buscaba con desesperación a Jane, Alessandro fue apartado de mi con brusquedad.
–No la toques – escuche decir, y sabia de quien era esa imponente voz. Viktor lo aparto de golpe haciendolo tambalear contra una de las mesas del lugar.
Se planto frente a mi y me miro a los ojos. – estas bien? – asenti levemente, toda la escena era dificil de creer. – vamonos – senti su mano tomar la mia, y la acepte con gusto.
Viktor era grande, por lo que no le fue dificil abrise paso entre las personas, era increible como los demás hacian caso omiso a lo sucedido. Este era un mundo extraño.
–por favor, no metas las manos al fuego por una bailarina de cuarta – se escucho a nuestras espaldas. – no necesitas mucho para que te la chupe...
Viktor se detuvo en seco y de nuevo me miro. – el fue quien te hizo esto? – pregunto con voz calmada, pero yo no sabia si se referia a mi cuello o si mi cara presentaba algun cambio.
Asenti asumiendo las consecuencias. En un acto de segundos, Viktor solto mi mano y se acerco a Alessandro dando zacadas, de pronto este estaba en el suelo y todos en el lugar prestaron atención.
Cuando crei que Viktor regresaba a mi, arremetio contra Alessandro no una, ni dos veces. La escena era tan violenta que senti que se me revolvia el estomago, pero no podia decirle que parase... porque no lo queria.
–Viktor! – lo llame porfin, en cuanto entre tres clientes trataron de detenerlo, incluso hasta Carlos nuestro Dj habia detenido la musica.
–muy bien, ahora si vamonos – mascullo y de nuevo tomo mi mano, su tacto era caliente.
Mientras saliamos del lugar mire hacia atrás, y pude ver como con esfuerzo ayudaban a Alessandro a ponerse de pie. Era ironico como podia golpear a una mujer sin titubeos pero no pudo nisiquiera esquivar un golpe de Viktor. Tambien pude ver al fondo la cara horrorizada de Simón, y junto a el la de Jane.
–Sube al auto – Viktor hablaba entre dientes y tenia la mandibula tensa. Hice lo que me pidio, – quieres pasar por tu apartamento? – pregunto en cuanto nos incorporamos a la calle principal.
Apretaba el timon con fuerza, pero no entendia porque seguia tan molesto. – ¿Qué? – pregunte, tratando de interpretarlo.
–...que si quieres pasar por tu apartamento a traer ropa o lo que sea que necesites tener en mi apartamento – dijo sin dejar de estar tenso.
–si, por favor... Viktor– llame su atención. – esta todo bien? – el asintio en respuesta, pero su rostro era intimidante.
–escucha solo estoy acalorado por el momento si? – bufo con cierta rudeza.
–de acuerdo – dije, me preocupaba un poco verle asi pues no sabia si estaba fuera de si. Puse mi mano sobre la suya que descansaba sobre su pierna.
Nina tu no lo conoces... no sabes si realmente el es asi.
No importa, me ha defendido.
–Solo dime que no volveras a ese lugar... – pidio, su cuerpo seguia tenso.
–No, no lo haré... – sopese mis palabras con dolor, jamas pensé que mi partida fuese asi pero esto realmente estaba pasando.
Viktor se relajo y sujeto mi m mano. Mis palabras lo habian tranquilizado...
Pero ahora no dejaba de pensar en que iba a hacer con mi vida y no podia dejar de preguntarme: ¿Alessandro tomara venganza por esto?
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El Dragon Fly
RomanceLuego de descubrir a su esposa en la cama con otro hombre, Viktor Markov decide desahogar sus penas en un cabaret en las afueras de la ciudad de Brooklyn, New York en donde luego gracias a la existencia de Nina, la mujer que lo volverá loco, se da c...