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Todavía no estoy libre al cien, pero pude traerles el capítulo de hoy. Espero y les guste porque se pondrá más loco de lo que leen.

La loba de Emily se pondrá agresiva después de que algo pase en sus vidas pero faltan capítulos para eso. Así que disfruten de la novela que les regalo y mil besos mis amores.

Feliz lectura…

Una vez más amanezco sola y sin dolor en el vientre, por eso me siento feliz en parte. Bajo a desayunar consiente de que recibo muchas miradas del servicio y a todas les ofrezco una disculpa par mi estado de hace dos días, que les gruñía y les dejaba una que otra mordida para que alejaran de mí.

Pero Darius me cuidó los últimos tres días de mi período, se quedó conmigo hasta que la Emily de siempre se quedó en vez de la loba controladora que soy en esas fechas.

Y en este momento un tenue olor que desprendo debe alterar a Darius, se supone que no es para decir que estoy en celo, pero es previo a… para mi celo faltan unos tres meses, y en esos tres me sólo me bajará una vez y me pondré muy cariñosa con Darius, pero dudo que me deje acercarme.

Entró en el comedor y el primero en hacer un gesto es Darius, es el que me huele. Pero no sé qué es lo que huele. Sólo sé que aprieta las manos en la mesa, antes de gruñir despacio.

—¿Te sucede algo?—se burla Valquiria.

Darius cierra los ojos antes de que en sus manos las uñas de lobo crezcan para alejar las humanas.

—El olor.

—¿Cuál olor?—Darius se levanta de su lugar y camina a donde estoy.

—El de Em.

Le regaló una sonrisa que para mí es de inocencia pero su gesto en dice que no es de inocencia.

—¿Qué?

—Sabes bien qué es el…

—Es el olor que avisa que mi celo se aproxima—digo en tono bajo—. Y el olor que hueles lo voy a desprender mucho en la siguiente vez que me baje.

Traga saliva de manera gruesa, no puede aguantar al celo, a esto tal vez, pero no a mi celo normal. Ahí no podrá hacer nada, porque voy a oler mucho. James siempre me dijo que lo que olía cuando estaba en celo era un olor a vainilla combinada con caramelo y un poco de algo que lo llamaba a estar conmigo en la cama.

Darius me mira antes de negar e irse a quien sabe dónde, pero estoy segura de que va a encerrarse, porque si vuelve a oler se dejará ir contra mí para darme una probada de lo que me espera en el celo. James sólo me olía un poco antes de jalarme a su habitación y encerrarnos los dos días que dura este olor en mi cuerpo.

Nunca había pensado que nadie más se me acercaba porque James me usaba para los celos, en parte me siento mal ahora, tal vez la Luna quiso algo fuerte para mí pero al parecer no lo logró.

Cómo lo que necesito antes de pensar en salir a comprarme una nieve o una manzana acaramelada, con ese pensamiento me dirijo a la entrada del castillo y preguntándome cuantas manzanas con caramelo podré comprar con lo que traigo en el bolsillo.

—Ni se te ocurra salir—me quedo quieta al escucharlo—. Ni loco dejaré que salgas con ese aroma extra.

—Se te olvida que eres el único que lo huele ahora—parpadea un par de veces antes de mirar a sus trabajadores.

Hay algunos lobos en el lugar y ninguno demuestra olerme, porque el olor los haría verme muchas y hacer puños sus manos para no saltar sobre mí.

Sin Amor ©® +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora