Capitulo anterior del día 8
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Hace tiempo atrás...
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El centauro estaba feliz de la vida porque el amor de su vida, Shura de Capricornio, le confesó sus sentimientos donde gustoso acepto, nunca se lo había esperado porque estaba muy enamorado de la cabra, este enésima veces se disculpó por lo ocurrido hace 13 años y Aioros aceptó sus disculpas.
Ellos llevaban una relación de noviazgo como de hace 2 meses y aún no lo habían anunciado, salvo que Aioros estaba por contar su relación con el portador de la excalibur a su hermano menor:
–Aioria– dijo entrando en la casa de Leo.
–¿Qué pasa hermano? Toma asiento– dijo señalando un sofá de color azul.
–Dioses, serás el único que lo sepa–
–¿Qué es?– pregunto intrigado.
–Bueno, es que... Shura me confesó sus sentimientos y yo lo acepte... nosotros somos novios desde hace un par de meses– dijo emocionado.
–Ohh, era eso– dijo el león algo triste donde una parte de su ser se rompió, su corazón 💔
–Sé que no te lo dije antes, pero Shura me dijo que aún no era el momento de declararlo, ¿acaso no te alegra mi noticia?–
–Ohh, claro que si Aioros, si estás feliz, yo también, me alegra que hayas encontrado a alguien con quien pasar a tu lado– dijo el leo con una sonrisa triste.
–Me alegro que tomaras bien la noticia– dijo abrazándolo.
–Si hermano– dijo con los ojos aguados:–¿Cuándo van a declararlo a los demás?–
–Dentro de poco, eso espero–
–Bien, tengo cosas que hacer– dijo el león levantándose de su asiento.
–Espera– dijo Aioros tomándolo del brazo haciéndolo que se sentara de nuevo.
–¿Qué pasa?–
–Umm... verás... tengo planeado hacer una noche especial para Shura y me confesó que es virgen, quiero hacer lo mejor posible para que tenga una noche inolvidable–
–¿Y yo que tengo que ver?–
–Este... no quiero que te asustes de lo que te vaya a contar–
–Te escucho–
–Yo... quiero hacértelo...– dijo cerrando los ojos mientras su rostro se tornaba rojo.
Aioria estaba shockeado por lo que su hermano dijo, ¿sería un sueño o una pesadilla?:
–¿Lo dices enserio?–
–Sé que mi propuesta es indecente, pero si lo hago contigo puedo tener confianza para que Shura no se sienta incomodo ni presionado– dijo sonriendo de forma nerviosa.
–Bueno... no sé qué decirte pero... estoy dispuesto a hacerte ese favor... por el bien de Shura–
–¿Seguro? ¿No te echarás para atrás?–
–Estoy seguro– dijo sonrojado.
–Vamos a tu habitación para que nadie nos vea– dijo dirigiéndose al cuarto.
–Esta bien– dijo siguiéndolo nervioso.
En cuanto llegó, el arquero lo abrazó por atrás y Aioria sintió el contacto de sus labios en su cuello succionando cada milímetro de su piel dejándose llevar en el acto cerrando los ojos, Aioros recostó a su hermano suavemente en la cama mientras lo desvestía poco a poco, lentamente. El león no se quería quedar atrás y comenzó a desvestir al mayor hasta quedar con el torso descubierto dándole caricias tímidas.
