💖Día 16💖

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Aioros estaba despertando con los primeros rayos del sol de la ventana, se quitó la sabana de encima revelando su musculoso y marcado torso, se frotó su ojo derecho con su mano y se dispuso a levantarse revelando su desnudo, pero fornido cuerpo que estaba siendo cubierto por una bata roja.

Miraba a los lados encontrando a su amado hermano, pero un olor exquisito inundo sus fosas nasales, era el desayuno que su hermano estaba haciendo y se preguntaba, ¿desde cuándo Aioria aprendió a cocinar?

Quien sabe porque el menor desde que se había mudado a su templo, todo el tiempo habían ido a restaurantes y a comer en el gran comedor con sus compañeros, por eso es que se le hizo raro que su hermanito supiera a cocinar.

Fue mejor a echarle un vistazo a la cocina, mirando por el marco de la puerta, ahí descubrió que su hermano estaba de espaldas cociendo huevos con tocino y a su lado ya tenía listos los hot cakes, pero lo que más le sorprendió es que Aioria vestía solamente un mandil blanco transparente con olanes donde se le podía apreciar sus "atributos".

El menor estaba tan ocupado que no se daba cuenta de que su hermano lo miraba de una forma no tan santa de él y después sintió un par de brazos rodeando su cintura:

-Ohh, Aioros, despertaste- dijo inocente.

-¿Que estás haciendo?-

-Huevos con tocino, hot cakes y café-

-Ohhh, se ve delicioso, ansió probarlo- dijo con doble sentido.

-Solo toma asiento y te sirvo-

-Muy bien-

Se sentó a esperar el desayuno, pero a la vez miraba hipnotizado la parte más baja de su espalda, se imaginó tomar a su hermano por la cintura y hacerlo sobre la mesa, pero dejo de imaginarlo porque Aioria le coloco su plato ya servido de dos huevos estrellados con dos rebanas de tocino asadas y 4 rebanadas de hot cakes en otro plato.

El menor se sentó con su desayuno servido y ambos se dispusieron a comer, Aioros felicito a su hermanito por el buen sazón y de que por suerte no se le haya quemado. Terminaron de desayunar, Aioria recogió los platos de la mesa y los dejo en el fregadero.

Cuando estaba dispuesto a girarse, sintió dos brazos rodear su cintura de nuevo:

-Aioros...-

-Aioria, aún tengo hambre y no es de comida...-

-¿Y qué es lo que quieres comer?- pregunto excitado.

-A ti- le susurro en el oído mientras lo mordía.

Aioros a continuación se desato la bata revelando su erección donde comenzó a frotarse contra las posaderas del menor, este gemía como gata en celo mientras se aferraba al lavabo, sintiendo las embestidas sin ser penetrado.

Después, Aioros lo abrazo por la cintura y lo acostó sobre la mesa de manera delicada mientras se acomodaba entre sus piernas, comenzando a besarlo de forma apasionada. El león lo abrazaba del cuello y sus piernas aprisionaban la cintura del centauro a la vez que frotaba su entrepierna contra él, moviéndose de forma deliciosa hasta hacerlo gemir.

Con estas sensaciones que sentía, el centauro le bajo los tirantes del mandil para lamer esos botones rosados que ya estaban duros de placer:

-¡Ahhh! Aioros... me quema... ¡Ahhh!- gemía mientras lo agarraba del cabello con ambas manos.

Luego el centauro descendió más abajo levantando el mandil, apreciando su erección que ya tenía liquido presperma en la punta, comenzó a lamerlo de arriba-abajo y después introducirlo todo y sacarlo de golpe:

-¡AAAAAAAAAAHHHHHHHHHH!- gimió fuerte el león extasiado.

Pero no era todo, sino que el centauro comenzó a hacer movimientos mete y saca haciendo gritar más a Aioria:

-¡Aaaahhh! ¡Aioros! ¡Aaaaahhhhh! ¡Aaahhhh!... Creo... creo que me voy a correr-

Eso hizo descargándose en la boca del mayor, este bebió toda su esencia sin desperdiciarla:

-Aioros... quie... quiero hacerte lo mismo- dijo sonrojado y con la respiración agitada.

Se bajó de la mesa quedándose en cuclillas, tomo el gran pene de su hermano donde con su lengua lamio la punta de manera sensual como si fuera un dulce:

-Schhhhhhhh... Así Aioria, no te detengas, mételo todo en la boca- dijo excitado a la vez que lo tomaba de los cabellos.

Un rato después, Aioria hizo lo pedido y lo introdujo todo haciéndole garganta profunda comenzando a hacer movimientos mete y saca, Aioros tenía los ojos cerrados, respirando de forma pequeña, después se inclinó hacia adelante para acariciar sus posaderas y meter un dedo en su entrada.

Un buen rato después, Aioros se corrió demasiado en la boca del menor donde este trataba de beber su esencia, pero a la ves se manchaba el mandil. El mayor lo levanto por debajo de los brazos para colocarlo de espaldas contra la mesa, se quitó la molesta bata que tenía encima, pero no le quito el mandil al león.

Tomo su pene comenzando a entrar en el poco a poco, el castaño claro gimió de dolor pasando a placer cuando sintió que se introdujo todo, esperando a acostumbrarse. Minutos después se movió para el castaño oscuro comenzara en embestirlo despacio, después con una velocidad media hasta la rápida.

Aioros lo tomaba fuertemente de las caderas y Aioria se aferraba de la mesa, cerrando con fuerza sus ojos llorosos y a la vez miraba hacia atrás a su hermano que estaba inmerso del placer mientras que la mesa chillaba por los movimientos lujuriosos de ambos hermanos. Después el mayor salió de él y lo volteo para penetrarlo de frente mientras que el menor se aferró a él con sus brazos.

Era tanto placer que ambos se abrazaban y se besaban de forma amorosa sobre la mesa, moviéndose de forma sensual a la vez que se acariciaban de forma cariñosa. Finalmente se corrieron, el mayor en el interior y el menor en ambos torsos.

Ambos se encontraban cansados y sudorosos uno sobre el otro sobre la frágil mesa de la cocina, que increíblemente aguanto el peso de ambos hombres.

-¿Y qué vamos a hacer?- pregunto calmado el leon.

-Umm, ¿quieres ir a entrenar o salimos a dar un paseo?-

-Este... mejor hay que entrenar para que no sospechen-

-Muy bien, ¿nos bañamos juntos?-

-Si-

Así habían sido todas las mañanas, despertaban, desayunaban, una sesión de sexo mañanero y finalmente iban a entrenar o salir a dar un paseo durante la tarde.

Aioros tomo la bata y se la puso, al abrir ambos la puerta, se encontraba el castaño oscuro menor con cara de trauma:

-Iba por una manzana pero lo que vi, me traumo- finalizo desplomándose en el suelo.

-Pobre Seiya...- dijo el león apenado.

-Déjalo, hablare con el luego sobre eso-

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🌻🌻🌻30 DÍAS DE OTP🌻🌻🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora