Taehyung no tenía el destino presenciado en cartas, ni nubes, ni mucho menos en la palma de su mano. Se basó en los pocos conocimientos que creía tener sobre quién era Kim Jungkook, pensado muchas cosas sobre él, como que siga adorando al helado o que siguiera durmiendo con aquel oso café, pero la verdad es que, en todo este transcurso, ya no tenía ni idea de las palabras que se cargaban en su propio hermano.
El destino tenía planeado una ruptura, un vínculo que se rompería de la noche a la mañana y, como toda estrella que asciende a brillar, se cumplió. Muchas cosas se rompieron, la conexión que Jungkook tenía con su madre, debido a un estúpido accidente y el increíble amor entre hermanos, pero más allá de las relaciones sociales, se rompió algo psicólogo, algo que solo Jungkook podía ocultar y comprender. Y actualmente en su vida ya no había lugar para Taehyung.
Lo comprendió algunos meses después, cuando observó las pocas fotos que continuaban colgadas en la pared del pasillo y se sintió lejano. Se preguntó si volvería a verlo, si podría reconocerlo cuando lo hiciera y si correría a él como lo hacía antiguamente o se mantendría inmóvil, sin mucho qué decir.
Se cuestionó porqué seguía en aquella sala de urgencias. Era consciente de que sus padres no sobrevivirían y solo obtendría respuestas que ya conocía y no quería escuchar. Sin embargo, le causó gracia que todavía esperase lo contrario. Habían tantas lágrimas derramadas, algunas caían sobre él y otras se perdían en el pasillo. Se lamentaba cuando veía a su tía Eugenia llorar hasta ahogarse, porque de alguna forma se sentía incómodo y maldijo a sus padres por dejarle tal carga. Aunque el resto de su familia se llevó las maldiciones más dolidas y sentidas cuando escuchó que Kim Taehyung venía en camino.
Jungkook odiaba la ausencia. Odiaba a Taehyung.
— Dios... —murmuró su tía, soltando de su mano para ocultar su rostro entre ellas. Jungkook resopló—. No lo entiendo. No, no, no.
— Iré por un helado —se limitó a contestar, levantándose rápidamente para escapar de la escena. Su tía lo miró, perpleja—, ¿quieres?
— Jungkook, no se puede comer ese tipo de cosas en el hospital —recordó, alzando su rostro. El azabache se encogió de hombros, completamente desinteresado—. Pero... Ten—le entregó un poco de dinero que sacó de su billetera—. Puedes comprarte lo que desees. Es mejor que compres algo que te alimente de verdad.
— Está bien.
Jungkook desapareció de su vista en un corto tiempo. Sin tener un conocimiento previo del hospital y su organización administrativa, recorrió cada pasillo y buscó alguna caja donde pudiera comprar comida envasada. Vagó bastante tiempo o así lo sintió, pero le ayudó a despejar su mente. No podía describir la sensación del momento, solo sabía que dolía y punzaba. En el camino recordó todas las risas y alegrías que llevaba hasta el día de hoy, y llegó a la conclusión de que nunca podría olvidar a su madre, no era siquiera una opción, porque era especial, cada detalle en ella lo era y probablemente nunca conocería a alguien igual.
Una enfermera vio al menor divagar por los pasillos del hospital y le sostuvo la mirada por un tiempo, preguntándose cómo un niño de tan solo nueve años exploraba por su cuenta y sin un adulto. Después un tiempo observándolo se acercó a él, hincándose y asustándolo por la repentina acción.
— ¿Perdiste a tu mamá, cariño? ¿Dónde están tus padres?
No había caído en la dura realidad, quizás porque era muy pequeño como para notarlo, pero esa fue la primera vez en el día donde se sintió tan frágil. Estaba rompiéndose lentamente y solo lo ignoraba. Miró a la enfermera suavemente y aunque trató de guardar sus lágrimas, se rindió ante la sensación de protección que tenía en frente, incluso si esta resultaba ser la equivocada.
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Monster ( vkook ) - Primera Temporada
Mystery / ThrillerLa vida de TaeHyung era como un tablero de ajedrez, tan estructurada que nunca falló en sus decisiones, pero la llegada de Kim JungKook aturdirá sus movimientos y traerá consigo un pasado que creía olvidado. ¿Qué será más importante para estos herma...