Monster ( vkook ) - Primera Temporada

nine

— Jin tiene un carácter... Especial —les explicó Taehyung. Jungkook y Yoongi asintieron sin mucho interés hacia su nuevo compañero de casa, dejándose caer en el respaldo del sillón.

Después de aquel espectáculo en su misma empresa, Taehyung soportó el nuevo desafío en su vida: Jin en la casa. No se sorprendió ante su petición, después de todo, Seok era una especie de nómada bastante peculiar de otros, comenzando por el hecho de que, sí, podía estar en diferentes lugares el tiempo que le parezca, pero esos ambientes debían cumplir con limpieza y comodidad. Sería un tiempo bastante corto que tendrían para acostumbrarse a él, si es que no conseguía un motivo para quedarse. 

Seok no era una persona fácil. Tenía una extraña facilidad de irritar a otras personas. No se esforzaba en agradar. Taehyung conocía su naturaleza, gustos y actitudes. En el fondo no podía ignorar el miedo por tenerlo cerca de Jungkook y que dijera algo que no correspondía al momento. Reconocía su mirada y no estaba cómodo viéndolo. Sabía que podría quebrarlo. Odiaba tanto al azabache que no se esforzaba en ocultarlo, porque según Jin se parecía asquerosamente a él. 

La casa se volvería un caos.

— ¿A qué te refieres con especial, Taehyung? —preguntó Yoongi, cruzándose de brazos—. Con el espectáculo que montó en tu oficina no podría calificar su actitud como especial. 

— Sé a lo que vas, pero me refiero a que Jin reconoce un punto débil apenas establece contacto visual con... Ya sabes, alguien. Es muy rencoroso e impulsivo. 

— ¿Es eso posible? —volvió a preguntar Yoongi—. Me refiero al punto débil. No creo que sea tan sencillo.

Taehyung tragó duro, recordando su grave error. 

— Sí. Jin hace que sea posible. 

Jungkook no lo creía.

— ¿También sabe el tuyo? —preguntó el menor.

— No, rata, no lo sé —la voz de Jin intervino de golpe, destacándose. Poco le importó que estuvieran hablando de él a sus espaldas. Se sentó junto a ellos, analizándolos rápidamente, aunque el azabache acaparaba toda su atención. Su análisis estuvo completo y se dirigió especialmente a Jungkook—. No prestas demasiada atención, eres distraído y te estresas al no conseguir lo que quieres, pero tampoco te esfuerzas en tenerlo. Eres algo temperamental, no piensas ni planeas, simplemente actúas o crees actuar. Los de tu clase son lo peor. 

El azabache apretó los dientes. No se dejó intimidar. 

— ¿Tienes idea de cómo lo sé? —Jungkook guardó silencio, haciéndolo resoplar—. Solo es posible leer a las personas que analizan tanto una situación que terminan siendo consumidas por ella. Te preguntarás, ¿no debería ser al revés? Déjame decirte que no. No solo tus acciones reflejan quién eres, si no todo lo que te compone, comenzando por la expresión facial hasta los pies. Todo eso habla de ti, si no eres capaz de manejarlo a tu favor, estarás muerto por gente que analiza tanto a otras como yo.

— ¿Cómo es que lo sabes? —preguntó Yoongi.

— ¿Cómo aprendiste a respirar? —devolvió su pregunta. 

— No lo sé. ¿Qué relación tiene? —Yoongi bufó. 

— No es algo que se aprende. Simplemente se tiene —respondió el castaño.

— Jin siempre supo conocer al resto. Hay tipos y tipos. Algunas personas no son meticulosas al actuar, se basan en puro instinto, pero hay otras que podrían armar la guerra con solo un movimiento. Esas son las más difíciles de leer —explicó el rubio.