twenty two

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Eran exactamente las ocho de la mañana cuando la vio junto a las demás en su puerta, recogió el correo pensando que nunca se encontraría con una carta de la municipalidad ni mucho menos en forma de reclamo, suspiró pesadamente mientras caminaba hasta el sillón para, quizás, no irse de espaldas al leerla.

Temió abrir la carta dirigida a su nombre y con la mención de sus padres en ella, pero de igual forma lo hizo, rompiendo la punta con su boca y tomando el pedazo de papel grueso en sus dedos.

Los latidos de su corazón se tranquilizaron cuando comenzó a leer, al parecer, querían comprársela por reiterados disgustos de los vecinos hacia la casa. La maldita construcción que tanto odiaba visitar estaba a su nombre y era él quién asumiría la decisión de venderla para no sabe qué. Solo quería deshacerse de esa maldita vivienda.

El rubio dio esa casa por abandonada desde el momento en que se fue de las cuatro paredes de la cual era prisionero, no la visitaba hace mucho tiempo, incluso cuando se mudaron Taehyung fue discreto con ese tema y se encargó de hacerlo privado y con personas de confianza para realizar el traslado sin que Jungkook supiera que la vivienda seguía en pie aún sin sus padres. Sería todo un espectáculo explicarle las mil y una razones por la cual no entraría ahí.

Obviamente que aceptaría la idea de venderla, después de todo no necesitaba ese "hogar" y sería como quitar un peso de encima, pero antes debía desahacerse de todo lo que había dentro, porque Taehyung estaba seguro que había algo ahí que podría arruinarlo o ayudarlo.

Taehyung necesitaba visitar su antigua prisión para reunir la información faltante.

La navidad estaba acercándose y la familia Kim no tardó en salir de compras, aunque en realidad el único entusiasmado era Jungkook porque Jin y Yoongi solo querían quedarse en casa sin la necesidad de celebrarla.
Por otro lado, Taehyung no se animó por la fiesta ni mucho menos por su cumpleaños. La empresa estaba en plena creación de un proyecto y obviamente su tiempo para otro tipo de actividades era igual a cero.

—¿Vendrás con nosotros?—volvió a insistir el azabache, mirando a su hermano que no lo tomó en cuenta.

—No, Jungkook. Tengo muchas cosas qué hacer, no tengo tiempo para celebrar la navidad—respondió sin apartar la vista de su laptop.

—Pero todos vamos a ir—comenzó a decir, animándolo—, incluso armamos el árbol.

—No he comprado ningún árbol—se apresuró en decir con el ceño fruncido, esta vez mirándolo.

—Lo hicimos por ti—dijo en una sonrisa.

Taehyung soltó un suspiro, llevándose una mano a su cabello para tratar de calmarse porque obviamente, no estaba contento para nada con el cambio de decisiones que Jungkook tomaba ni mucho menos su despreocupación por eso. ¿Cómo pagaron el árbol? ¿Con qué dinero? De seguro su hermano volvió a sacar su tarjeta otra vez a escondidas como la última vez para comprar un celular nuevo.

La semana fue del asco, todos los trabajadores corrían por aquí y allá tratando de realizar el proyecto de la mejor manera, sin mencionar que debía comprar un nuevo refrigerador y arreglar todo ese maldito asunto de la casa de sus padres.

Sí, debía visitar esa construcción vieja antes de navidad o era cuestión de tiempo para que el plazo expirara, y qué divertido que solo falten cuatro días para navidad.

—Jungkook, no tengo tiempo para celebrar la navidad ¿sí?—soltó después de un rato. Taehyung apoyó su mentón en ambas manos hechas un puño, mirando a su hermano que usaba ese rostro que tanto lograba convencerlo a veces. Pero no esta vez—Y no hagas ese rostro, no puedo así.

Monster ( vkook ) - Primera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora