20° Episodio: "Atacar"

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Encanto: Lar... Lárgate.

Sus ojos se mueven, dejan de mirarme y al final su iris se dilata... Encanto está muerta. 

Peggy: Encanto... ¡Encanto!

Coloco mi cabeza en su cuerpo despidiéndome de ella, luego me levanto y miro hacia atrás, el Puma aún está peleando con los guanacos, me entra una rabia, rabia de no poder haber hecho algo mejor, de no poder haberla salvado, de no haber hecho nada... Si él es el culpable... El es el culpable.

Me abalanzo hacia la pelea, corro en dirección al carnívoro, algunos guanacos se ponen en mi camino, yo intento como puedo sacármelos de encima, atacando siempre por debajo, hasta que uno me golpea y caigo lejos, me levanto adolorido, pero no puedo darme por vencido.

Monte: ¡Peggy!

Peggy: ¿Monte?

Monte: (Baja y se pone en mi espalda) No puedes hacer eso.

Peggy: ¿Perdona?

Monte: ¡Cuidado!

Alzo mi vista, un guanaco se alza en frente mío con patas arriba, me lanzo a un lado para esquivarlo.

Monte: Lo lamento Peggy, pero no puedes seguir con esta lucha.

Guanaco: Hazle caso a tu amigo Zorro, no saldrás con vida de aquí.

Peggy: Mi pelea no es con ustedes, pero si tanto quieren morir entonces adelante, he luchado con peores cosas que ustedes.

El guanaco corre hacia mí, yo lo esquivo y me meto debajo de este, subo por su costado, el animal se mueve bruscamente, clavo mis garras en su cuerpo para mantenerme firme, muerdo su nuca y la jalo, salto de su cuerpo.

Monte: (Vuelve a mi espalda) Peggy por favor, te lo ruego, no puedes contra un puma, si peleas morirás.

Peggy: Entonces vete, ya estamos cerca del santuario, podrás llegar en menos de dos días.

Monte: No sin ti.

Peggy: Vengaré a Encanto.

Monte: Vas a morir.

Peggy: No me importa... Ya perdí a muchos amigos... 

Monte: ¿¡Y tú crees que no me siento igual?! Por favor Peggy, recapacita, ¿Acaso quieres morir? ¿No sería mejor vivir por ella que morir en una batalla por, según tú, vengarla?  

Peggy: Mi mente me dice que lo mate... Mi corazón siente lo mismo (Miro a Monte) Nuestra aventura fue divertida, ¿no es así?

Monte: Y lo seguirá siendo, por favor Peggy, piensa un rato en lo que estás haciendo.

Peggy: (Miro hacia el Puma) Haz buenos amigos (Salgo corriendo)

Monte: ¡Peggy!

Me alzo frente de un guanaco, me impulso en su espalda y llego hacia el Puma, caigo en su cabeza, este se está moviendo muy brusco, muerdo su ojo, siento sus dientes en mi cola como rompe mi piel, me empuja fuera de su cuerpo, yo me cojo con mis garras en su boca, me suelta, yo araño su cabeza, siempre intentando dar en puntos débiles, pero es complicado, se mueve mucho como para tener algo de equilibrio, logra quitarme de su cuerpo, me da miedo de que los guanacos me pisoteen, pero no veo a ninguno, seguro que se fueron.

Alzo mi mirada, el Puma está muy cerca mío, golpea mi cabeza tres veces hasta que caigo lejos, me intento levantar, estoy muy cansado, pero creo que él igual, no hemos comido nada estos últimos días. Se acerca, lento...

Puma: Pudimos haber hecho un buen grupo... ¿Lo sabes? Pero decidiste traicionarme... ¿Por qué? 

Peggy: (Intento hablar pero sólo salen sonidos sin sentido)

Puma: ¿No puedes hablar? No importa, ambos sabemos que no sobreviviremos (Mira a Monte) Al menos que uno lo haga.

Peggy: (Con mucha dificultad) Monte... Lárgate.

Monte: Lo lamento (Se va)

Puma: Ahora a terminarlo... 

Me acerco hacia él, casi no puedo caminar, pero él tampoco, cojea demasiado, una pata herida, heridas mortales en su costado y cuello, no fueron tan profundas, pero si logro asestar un golpe en su cuello saldré victorioso, sino, el juego habrá terminado para mí... Aún así, estoy perdiendo demasiada sangre por mi cola.

El Puma corre hacia mí, yo le sigo el juego, me agacho para seguir por debajo, pero siento su pata en mi espalda empujándome, caigo en la arena, toda mi adrenalina se va, mi cuerpo está muy débil, me levanto pero no puedo continuar, el Puma se acerca, yo lo espero, hasta que llega a un punto intermedio donde me levanto y me impulso hacia su cuello, lo muerdo, pero no tan fuerte, me duele demasiado hacer fuerza con mi cuerpo, el animal me golpea, yo vuelvo a aferrarme con mis uñas en su cuello, hasta que logra quitarme de encima, pero saqué parte de carne, caigo muy debilitado. Pero logro ver al Puma intentar seguir de pie, hasta caer, la sangre sale muy abundante y muy rápida.

Me levanto y camino hasta el cuerpo de Encanto.

Peggy: Perdóname... Al final no pude protegerte... No puedo hacer nada... Si tan sólo estuvieses aquí... Lo hice todo mal, no pensé en nada... Fui un idiota (Miro hacia el Puma) No sé... Lo que estoy haciendo. 

Me empiezan a doler las piernas, caigo cerca de Encanto, me empieza a doler la cabeza muy fuerte, mi respiración se agita.


Narra: Monte
Dos días han pasado desde que me tuve que ir de ese lugar, no he hecho nada más que volar, seguir mi camino, llegar hasta donde debo llegar, vivir por quienes han muerto y seguir con su memoria... Jamás había conocido a animales como ellos, Paco, Encanto, Peggy, no sé si a donde voy encontraré iguales a ellos... Pero lo que sí sé... Es que seguramente nunca vaya a repetir esta aventura o algo parecido.

Pero finalmente, luego de estar días luchando contra mi propio ser, logro llegar al Santuario, si logro pisar este suelo estaré a salvo.

Monte: Paco, Encanto, Peggy, Hermano, lo logré, estamos aquí... estamos aquí... ¡Lo logré! Lo logramos... todos... Al fin... Al fin estoy aquí.


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