21/05/2021 - Pijamada

366 30 14
                                    

Langa le había pedido una cita a Reki... Bueno, tanto así como una cita, no lo era, solamente habían quedado de hacer una pijamada en casa del pelirrojo.

No era una cita, no estaba ni cerca de serlo, pero para Langa era el momento perfecto para decir sus sentimientos a Reki, lo tenía todo planeado, convivir con él tranquilo y cuando vea el momento adecuado le diría.

Era algo fácil, nada del otro mundo, las cosas no podían ir tan mal ¿verdad?

Claro que el de ojos azules no contaba con que Miya estuviera también invitado a la pijamada.

No lo tomen a mal, Miya le agradaba y mucho, era su amigo después de todo, pero el que estuviera allí arruinaba todos sus planes (porque si, tenía otro si uno fallaba), tal vez no los arruinaba, pero si hacía su tarea más difícil de lo que parecía.

Mientras tanto Reki no parecía percatarse de nada, el pelirrojo estaba emocionado y feliz mostrándole varias cosas a Miya, mientras que Langa estaba allí completamente perdido.

—¿Verdad, Langa? —dijo Reki con una sonrisa.

Pero no hubo respuesta, el chico miró a su amigo algo confundido, fue cuando noto su estado muy pensativo, eso no era normal.

—Creo que alguien no está prestando atención —dijo Miya mientras se comía unas galletas con forma de gatitos.

—Tal vez paso algo y por eso no nos hace caso —se acerca al chico y lo mueve un poco—. Langa, Langa, Langa —repetía su nombre una y otra vez mientras lo sacudía.

—¿Eh? —y solo de esa forma el chico había reaccionado.

—Que alivio, pensé que habías muerto estando de pie y mirando a la nada —Reki soltó un suspiro de alivio.

—Oh... Lo siento ¿Estabas diciendo algo? —pregunto mirando al chico.

—Eh... Ahora que lo dices olvide que es lo que estaba por decirte —dijo el pelirrojo soltando una risita.

Miya solamente miraba a ambos con curiosidad, sin hacer o decir algo, solamente comiendo de sus galletas, como si no estuviera allí.

—Pero ¿tu estás bien? —dijo mirando a su amigo a los ojos.

Langa quiso decir que si estaba bien, pero la realidad era que estaba nervioso y ansioso, quería decirle sus sentimientos en ese preciso momento, si no lo hacía ahora, no podría hacerlo en otro momento.

Para ese momento Miya tenía una cámara lista para capturar lo que sea que iba a pasar, los demás definitivamente debían ver esto.

—No, no estoy bien. Estoy pensando en algo que no he podido sacar de mi cabeza desde hace mucho —dijo, estaba decidido, ese era el momento.

—¿Eh? ¿Y que es eso? Somos amigos y puedes confiar en mí —dijo regalándole una de esas sonrisas que hacían latir su corazón con tanta fuerza, justo como en ese momento.

—Me gustas, Reki —dijo sin más, no había razón para darle tantas vueltas a tres simples palabras.

Por un momento el cerebro de Reki dejó de funcionar, intentando procesar lo que había dicho ¿como era posible que Langa se firaja en el y más de forma romántica? ¿En qué momento pasó eso? ¿Por qué su corazón estaba tan acelerado en ese momento? Tenía muchas preguntas.

—Tal vez tu no sientes lo mismo —comenzó a hablar al notar que su amigo no decía nada—. Pero tenía que decirlo, es algo que ya no podía seguir guardando, solo espero que nuestra amistad no se arruine por eso.

Reki seguía sin responder, eso era todo, no debió de haber dicho nada, había sido mejor solo guardarse ese sentimiento.

Se dio la vuelta y salió del cuarto.

—¡¿Qué estas haciendo, pequeño Slime?! —dijo Miya, dándole un golpe a Reki—. Estas dejando ir al posible amor de tu vida.

Y solo de esa forma fue que reaccionó, salió corriendo detrás del chico, tomó su patineta para alcanzarlo más fácilmente.

Reki se había quedado a pensar en muchas cosas, preguntas que no tendrían respuesta y estaba dejando ir a Langa con una idea errónea.

A él también le gusta Langa, se había dado cuenta hace unos días atrás, pero pensó que solo estaba confundiendo las cosas, que aquello que sentía no era amor si no admiración y cariño, pero en ese momento se estaba dando cuenta de que no era así.

—¡Langa! —grito Reki, era la única forma que podía detenerlo, le faltaba tan poco para alcanzarlo.

El chico volteo algo confundido al escuchar su nombre, fue entonces que vio a su amigo acercándose a él rápidamente en su patineta, no lo pensó dos veces y se lanzó sobre el chico tirándolo al suelo.

—Reki —el de ojos azules soltó un quejido por el golpe.

—T-tú también me gustas, Langa —su respiración estaba acelerada.

Antes de que Langa pudiera responder, Reki lo tomó de las mejillas y lo beso.

Era una sorpresa para él y también para Reki, solo había hecho lo que pensó era lo correcto, lo beso demostrando lo que realmente sentía, no quería perderlo, ya había sufrido una vez cuando pensó que ya nunca volverían a ser amigos, no quería pasar por eso de nuevo.

Ambos se alejaron lentamente, Langa no podía dejar de mirar aquellos ojos mieles, aún seguía sin creer lo que estaba pasado.

—¿Hablas en serio Reki? —pregunto Langa con un brillo en sus ojos.

—Si, nunca había hablado tan en serio, me gustas —dijo Reki con una sonrisa.

Langa lo volvió a besar, estaba feliz de poder besar a Reki.

Mientras tanto Miya los estaba esperando detrás de unos arbusto, esa sin duda era un momento memorable, ay el amor.

Renga week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora