"Mi Perdición"

Capitulo 8.

Narra Harry:

-¿Y qué paso con Holly?- Pregunto Zayn mirándome.

-Que su jodido padre la castigo el resto del verano.- Dije furioso.

Holly me acababa de llamar unos minutos atrás, para decirme que le había dicho la verdad a su padre, y este se había enojado tanto con ella que la castigaría el resto del verano sin salir de su casa a menos que fuera con el estúpido de Drew.
La voz de Holly sonaba llorosa a través del teléfono, lo cual me ponía más furioso, pensar en que ella estaba sufriendo por mi culpa.
Bueno no era mi culpa, era culpa de su estúpido padre, ese señor lo único que hacía era que mi odio hacia el aumentara cada segundo.

-¿Eso significa que no la veras en todo el verano?- Dijo Zayn poniéndose su chaqueta.

Comencé a reír como un demente cuando escuche sus palabras.

-¿Qué te causa tanta gracia?- Me miro confundido.

-Por dios Zayn, parece que no me conoces. Soy Harry Styles, el hombre más temido por todos los narcotraficantes y criminales del mundo, el hombre más exitoso en la industria de la droga, ¿acaso piensas que un simple castigo me impedirá verla? ¿Sabes acaso de las cosas que soy capaz de hacer solo por verla? Las personas no me temen por nada Zayn.- Dije con orgullo.

Mi nombre era respetado por casi todo el mundo, era conocido como el narcotraficante más joven y exitoso de todos. Mi negocio se extendía a distintas partes del mundo y era algo de lo que me sentía completamente orgulloso. El dinero ya no era algo que me faltara en la vida, era millonario, tenía más dinero del que se pudiera imaginar.

¿Cómo es que logre tanto éxito? Siendo temido por todos. Así es como te ganas a la gente hoy en día, prefiero mil veces que me teman a que les caiga bien. A excepción de Holly por supuesto.

-Eres un presumido Styles.- Dijo Zayn riendo un poco.

Zayn era a la única persona que le hablaba de esta manera, con la única con la que reía, y hacia tonterías. Él era como un hermano para mí, con él podía ser realmente yo.

-Cierra la boca Zayn.- Dije levantándome del sofá. –Tenemos trabajo que hacer.-

Tome mi chaqueta negra y me la coloque, después tome dinero, las llaves, y una pistola cargada que escondí en mis jeans, nunca se sabe cuándo será necesario usarla y mucho menos en un trabajo tan sucio como este.
Saque de un cajón una cajetilla de cigarros y los aguarde en mi chaqueta no sin antes encender uno y ponérmelo en la boca.
Me puse mis gafas de sol y Salí de casa junto con Zayn.

Ambo subimos a mi auto.
Conduje rumbo a nuestra gran oficina, escondida en lo más recóndito de Miami, donde ninguna persona se acerca, donde ningún policía ha ido jamás.
El perfecto lugar para hacer nuestro trabajo.
Zayn y yo encontramos este lugar abandonado hace varios años, y ambos decidimos remodelarlo poco a poco, y creo que hicimos un trabajo estupendo.

Al llegar pusimos el código en la grandes rejas que prohibían pasar, ahora gracias a todo el dinero que tenemos hemos hecho que este lugar sea mucho mejor y con más seguridad, instalando cámaras en todos los sitios, varios guardias armados por si nos intentan atacar, un cuidador en una torre que nos indica si hay peligro cerca, rutas de evacuación por si la policía llega de imprevisto, una alarma para evacuar, habitaciones blindadas y por supuesto, cientos de armas para nuestro uso.
Por así decirlo, Zayn y yo éramos intocables.

Bajamos del auto y entramos al lugar, no sin antes esperar que los guardias nos dejaran entrar.
Todo estaba como siempre, las chicas se encargaban de ver cómo iban los pedidos de más mercancía, y como se estaba distribuyendo en distintas zonas. Los hombres se encargaban de recibir los camiones y contar las cajas de mercancía y verificar que todo estuviera en orden, y llevar los pedidos a los que estaban asociados con nosotros pero en distintos lugares.
Todos estas personas, habían firmado un contrato con nosotros, el cual decía que una vez que entraran no podrían salir, y que si le mencionaban a alguien sobre esto, se castigaría con la muerte de la persona.
Todas estas personas tenían un pasado, algunos eran ex convictos, otros eran ladrones, o simplemente personas normales con deseos de tener dinero de una manera fácil.