Lizzie es repostera, le encantan las orquídeas moradas y tiene un raro gusto por las terrazas. Estuvo en una relación tóxica por casi cuatro años, le toca intentar tener sexo casual.
Él tiene dos trabajos, su padre es dueño de una empresa millonaria...
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—Papá, he cocinado tu platillo favorito. —Toma un fideo y se lo lleva a la boca.
—Esto es espectacular, amo tu pasta. —Saca los platos de la alacena para acomodar la mesa.
—¿Sam sale tarde del trabajo?
—Fue con Alexa, irán a la prepa a ensayar las cosas para la graduación.
—¿Y qué pasa con ella? ¿Se quedará a estudiar aquí la universidad?
—Creo que no, tuvo muchas buenas opciones fuera así que no lo veo probable.
—Pobre Sam, estará muy triste. —Sigo batiendo para que la salsa se incorpore por completo.
—Debería estar feliz, tiene una novia muy inteligente. Aparte es una buena oportunidad para ella.
—Sí, pero es un adolescente, yo hubiera estado triste.
—Bueno, pero tú siempre has sido muy sentimental. —Me da unas palmadas en la espalda.
—Tienes razón —me río y decido cambiar el tema—: ¿A qué hora es la graduación de Sam?
—Es a las ocho de la mañana. La tuya es a las tres de la tarde, ¿no?
—Sí, y a las nueve es el baile.
—¿Conseguiste vestido? —Acomoda los platos y sirvo la comida. Ambos nos sentamos.
—Usaré uno que tengo guardado desde hace como un año y medio, es bonito.
—¿Y el viaje? —pregunta curioso mientras enreda la pasta en el tenedor.
—No sé si iré, lo tenía contemplado, pero gasté demasiado en Las Vegas.
—Yo te lo pago. —De inmediato niego con la cabeza.
—No, me has ayudado mucho ya.
—Insisto, trabajo para darles la vida que merecen, aunque no vivas bajo mi techo siempre te ayudaré. —Ve indecisión en mi rostro y agrega—: Es un regalo de parte mía y de tu madre.
Mi rostro se suaviza. —Te lo pagaré, me está yendo bien con el negocio. —Reviso mi celular y noto que ya tengo varios pedidos para el fin—. Será una buena semana.
Seguimos disfrutando de la comida y empezamos a platicar sobre mis planes a futuro con respecto a la pastelería de mamá, él solo sonríe cada vez que me emociono, «sé que le recuerdo a ella».