Al día siguiente no quise ni levantarme de la cama.
- Vamos, perezosa- me dijo Naoki, que se estaba poniendo la bata.
- No quiero, quedémonos aquí- dije, tapándome hasta la cabeza con las sábanas.
- Vamos, que tenemos que visitar la isla- me quitó las sábanas.
- No- le cogí de la bata y lo coloqué encima de mí.
- ¿No tuviste suficiente con lo de anoche?
- No- le besé y lo tiré a mi lado.
- Anda, vamos- me dijo, abrazándome.
- Aaaahh- me quejé mientras me levantaba de la cama, desganada.
Pasamos el día visitando la isla.
Naoki se ponía muy serio cuando le tomaba de la mano en público.
- ¿Cuándo te vas a acostumbrar? Soy tu esposa.
- Es raro.
- Pues vete haciendo a la idea.
- Es raro todo, antes no podíamos ni vernos y ahora vamos de la mano por la calle.
- Es lo que tiene estar casados. Anda, vamos- tiré de él.
Por la tarde nos hicimos unas fotos de boda preciosas, con unos vestidos fabulosos y en una iglesia de cristal hermosa.
- Me dan ganas de volver a casarme- dije.
- ¿No ha sido bastante una boda?
- No, claro que no, hay que aprovechar ahora antes de que nos hagamos viejos y no queramos ni vernos otra vez.
- Baka.
Cuando volvimos al hotel, nos encontramos con la parejita desastrosa.
- Ale-chan, arigato- me dijo Takumi- si no me llegas a decir que fuera a la habitación, no habría sabido qué clase de mujer era...esta.
- ¿Fuiste tú?- Marina me miró con odio.
- Oye, no te pongas chula, muñeca, que eras tú la que estaba zorreando con mi marido. Sé que estás acostumbrada a que todo el mundo te dore la píldora, pero te has equivocado de personas.
- Tú...
- ¿Os vais?- preguntó Naoki.
- Sí, vamos a Tokio y allí firmaremos los papeles del divorcio, no pienso seguir casado con alguien así.
- Me alegro, Takumi, te mereces a alguien mejor en tu vida- le di un abrazo- aquí tienes mi número, por si quieres quedar algún día.
- No te acerques a mi marido- Marina agarró mi muñeca.
- Te he dicho que te has equivocado- le di un bofetón- lárgate, no quiero verte más.
Naoki se despidió del muchacho y salieron con las maletas y con la odiosa esa llorando.
- Me da pena, es un buen chico- dijo Naoki.
- Ya dará con alguien que sepa quererlo- le abracé- como yo te quiero a ti.
- Esta etapa melosa me da miedo.
- Estamos en nuestra luna de miel, ya verás cuando lleguemos a casa- me reí- prepárate.
La semana terminó y volvimos a Tokio.
Vino a por nosotros el secretario del señor Irie.
- Kanamori-san, ¿no ha llegado mi familia aún?
ESTÁS LEYENDO
ODIO AMARTE...AMO ODIARTE
RomanceNovela basada en el anime y doramas de Itazura Na Kiss. Ale es una estudiante que consigue una beca para estudiar en Japón. Cuando llega, es acogida por una familia bastante peculiar: una madre obsesionada con la vida amorosa de sus hijos, un padre...