Veintidós

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Me quedé hablando un rato más con la señora Irie hasta que llegó Naoki.

- Onii-chan, ya estás aquí.

- Sí, he ido a llevar a Sheila a su casa.

Yo me levanté.

- Oba-san, yo me voy a dormir ya. Oyasumi.

- Oh, oyasumi, Ale-chan.

Subí a mi habitación y decidí darme un baño de agua caliente. Lo necesitaba.

Nada más salir de la bañera, les escribí a Jinko y Satomi para vernos al día siguiente y hablar del tema.

A la mañana siguiente, salí temprano para desayunar con ellas.

- ¿Qué es eso tan importante que nos tienes que decir?- dijo Jinko, nerviosa.

- Kin-chan me ha pedido que me case con él.

Ambas escupieron los cafés y se empaparon.

- ¿Cómo?

- Vaya con Kin-chan...Sí que va enserio.

- Demasiado.

- ¿Y qué le has dicho?

- Me dijo que me lo pensara pero no tengo nada que pensar, le diré que no. Me pidió que le diera una oportunidad y que me quedara aquí, pero...no va a ser posible.

- Él te quiere, igual saldría bien.

- Yo no lo quiero a él y no sería justo para ninguno de los dos.

- Estoy de acuerdo- dijo Satomi-. ¿Cuándo te va?

- El domingo.

- Estamos a lunes, es muy poco tiempo.

- Cuanto antes deje todo esto atrás, mucho mejor.

- Ahora estarán en la ceremonia de intercambio, ¿no?

- Sí.

- Ojalá Naoki se diera cuenta de con quién se va a casar.

- Puede ser muy listo para unas cosas pero para el tema de mujeres, es un completo idiota- entonces se me vino a la mente la primera noche que pasamos juntos en mi apartamento y lo nervioso que se puso y no pude evitar sonreír.

- ¿En qué piensas?

- Nada, tonterías.

- ¿Cuándo quedaras con Kin-chan para darle una respuesta?

- El viernes. Él se queda cerrando con el señor Aihara, así tendremos más tranquilidad para hablar.

Cuando llegué a casa, toda la familia Irie ya había llegado.

- ¿Cómo ha ido?- le pregunté a la señora Irie, sin mirar ni a su marido ni a su hijo mayor.

- Se...se van a casar dentro de un mes.

- ¿Tan pronto?

- Parece que a esa chica le corría prisa- me dijo Yuuki.

- Es mejor así. Podremos cerrar antes el contrato- dijo Naoki.

- Eres un calculador y la persona más frívola que conozco. Sois tal para cual- le dije, sin mirarlo.

Él no contestó y se fue a su habitación.

- El sábado será la fiesta de compromiso- dijo el señor Irie.

- Pues que lo pasen bien- no dije nada más y me fui a empacar todas mis maletas.

Los días pasaban y yo sentía que el pecho me dolía y sentía unas ganas terribles de llorar. No quería dejar aquello, no quería...alejarme de todo eso.

ODIO AMARTE...AMO ODIARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora