Ambas mujeres esperaban que el pelirrojo saliera de la tienda. La azabache agarraba la mano de su hija buscando consuelo y apoyo, mientras que esta se encontraba confundida pero decidió agachar la mirada centrándose en la calle adoquinada y los charcos de agua que se encontraban en el suelo tras, una larga noche de lluvia.
Elizabeth se había planteado muchas veces en su vida este momento, concretamente para cuándo se encontrara algún miembro proveniente de la familia Weasley. A pesar de eso, no estaba preparada, miles de inseguridades y pensamientos rondaban por su mente.
Finalmente George salió de la tienda tras una larga espera según la azabache. Se acercó a ambas mujeres. La mayor decidió que lo mejor sería hablar sin su hija delante de ambos.
—Hiraeth, ¿por qué no vas a ese parque?— comentó, en un tono que sonaba más como una orden y la pequeña no tuvo más opciones que obedecer por mucho que la curiosidad le invadiera por completo.
Al ver como la pequeña iba encaminada hacia el parque, miró a la azabache y decidió comenzar el la conversación.
—¿Es tu hija?— preguntó, pero él sabía la respuesta y estaba completamente seguro de saber quién era el padre de la pelirroja que se columpiaba ahora emanando una gran sonrisa.
Elizabeth optó por contarle la verdad, finalmente admitió que un día tenía que suceder, no podía ocultar más la verdad por más que lo deseara.
—Si, cinco años— informó en un intento de que este captara a lo que ella se refería.
Cabe decir que este, con solo ver esa sonrisa y el color de su cabello, no tuvo duda ninguna. Se dedicó a asentir, dando a entender que había entendido las palabras de la mujer.
—¿Cómo esta él?— preguntó la mujer, tomando el valor de alzar la cabeza para mirarlo finalmente a los ojos.
Le dolía preguntar, por miedo a la respuesta. Esa respuesta que estaba segura conocer y la atormentaba cada día.
—No es el mismo— murmuró apenado el hombre— no reconozco a mi gemelo.—
Solo una persona tenía el poder de cambiarlo, ella la conocía muy bien. Esa mujer que se dedicó a arruinarle su vida poco a poco, hasta que le clavó un puñal por la espalda. Ella había ganado esa batalla que nunca existió.
—Sigue a su lado ¿cierto?— se mordió la mejilla intentando no sacar a relucir las emociones que sentía en ese mismo momento.
El pelirrojo supo cuanto le dolía a la azabache la desgraciada verdad, la conocía bastante como para saberlo. No la culpaba, no era la única a la que no le agradaba esa mujer que hizo que su gemelo jamás volviera a ser es mismo.
—Desgraciadamente...—asintió.
Supo que podía confiar en George, siempre lo supo pero su miedo e inseguridades siempre la atormentaban haciendo que retrocediera un paso en cada logro que hacía.
—Se lo fui a decir ese día— comenzó a contar, y no sabía como por cada palabra parecía que volvía a revivir ese fatídico día.
3 meses después de la guerra, flashback
Con pasos cortos e inseguros, subió los escalones que le dirigían hacia el departamento de Sortilegios Weasley. Tras, pensarse y replantearse lo que iba a hacer se dispuso a contárselo al pelirrojo que yacía en reposo pero, afortunadamente en mejores condiciones.
Inhalo y expiro aire armándose de valor para juntar sus nudillos y tocar la puerta. Retrocedió unos pasos esperando que esta fuera abierta.
Pocos segundos después, el pelirrojo apareció por la puerta aún con el cabestrillo que recogía su brazo el cuál no pudo ser curado con ayuda mágica al ser riesgoso para él. Pequeños cristales se le enterraban en el alma al verlo en ese estado.
—Gracias a Merlín que vienes...— abrió la puerta e hizo un ademán para que se adentrara— necesitaba hablar contigo.—
La chica de unos recién cumplidos veinte años pasó hacia el departamento. Tragó saliva nerviosa debido a las palabras provenientes del pelirrojo, temiéndose lo peor.
—Yo también lo necesitaba— afirmó la chica.
—Toma asiento por favor.— le indicó el pelirrojo y ambos se sentaron en el sillón que tenían en la sala de estar del humilde departamento.
Se encontraba extrañada por la forma de comportarse del chico, siempre solía ponerse feliz y contento cuando venía a visitarlo. Su falta de proximidad hizo que vagaran por su mente pensamientos que se negaba a aceptar.
—¿Qué necesitabas decirme?— fue sin rodeos el chico preguntándole.
La chica se negaba a comenzar a hablar primero, tenía miedo de que sus teorías sobre el final de la conversación fueran ciertas.
—Puede esperar, cuéntame tu— cruzó las piernas nerviosa y se armó de valor para mirarlo a los ojos.
—No puedo seguir con esto, no estoy enamorado de ti Elizabeth.—
Las palabras le cayeron a la joven como un balde de agua helada, quería retroceder y no haber ido jamás al departamento, deseaba no haberse jamás enamorado de aquel hombre que la destrozaba en mil y un pedazos. La frialdad con la que su nombre salió de sus labios le causó escalofríos. La situación en la que estaba le aterraba.
No se lo contaría, no lo ataría a su lado. No lo necesitaba. Él dejó muy claro sus palabras, no la amaba, probablemente nunca la amó y desperdició toda su vida.
—¿Jessica?— la pregunta salió por sus labios como un destello, conociendo la respuestaa.
—Siempre fue ella— murmuró agachando la cabeza evitando el contacto visual con la azabache.
Fin del Flashback
Relató cada detalle de su historia, las mejillas humedecidas y lágrimas corriendo sin frenesí por sus ojos.
El pelirrojo no sabía que hacer, nunca había sido consiente de esa parte de la historia.
—Nunca me contó eso, es más ya casi no me cuenta nada— admitió dolido el pelirrojo.
La azabache alzó la cabeza, retirándose las pequeñas gotas que restaban en sus ojos. Le parecía extraño el inminente separo de los Gemelos Weasley. Porque siempre fueron eso, nunca iban por separado.
—¿Nada?— dijo extrañada.
—Desde la guerra..., tiene pérdidas de recuerdos momentáneos.. — cuenta— Ni siquiera se acuerda de ti o lo que pasó, le pregunté miles de veces y no te recordaba.—
Sentía el mundo venirse abajo, Fred olvidó todo, lo pasado, lo vivido, su historia. Todo.
No la recordaba..
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𝖤𝖥𝖨𝖬𝖤𝖱𝖮-𝖥𝗋𝖾𝖽 𝖶𝖾𝖺𝗌𝗅𝖾𝗒
Fanfiction-"Los amores eternos son los más breves" ............... 5 años después de la Guerra, todo el mundo mágico se encuentra en total paz y tranquilidad. La tienda de los gemelos, Sortilegios Weasley resultó ser un éxito. George, se encontraba en una rel...