Ninguna de las noches que había habitado en la casa en ruinas donde habían sido secuestrados, había descansado plenamente. Dormían en el icomodo suelo de piedra, sin poder constar de un sueño profundo.Esta vez fue distinto, sería tal vez que la Luna Llena la dejó tan sumamente agotada que necesitaba descansar y cerrar los ojos por al menos unas horas.
Todo era blanco a su alrededor, no había ninguna señal de vida por donde quiera que mirara.
Llevó su mano hacia sus brazos y piernas donde se debían de encontrar las marcadas garras que se incrustó durante su dura y dolorosa transformación.
Las cicatrices habían desaparecido, y por cada paso que daba no sentía ningún dolor al contrario que cuando despertaba.
A lo lejos vió como una figura se le acercaba, no pudiendo acertar a quien pertenecía. Se hechó a correr queriendo averiguar su identidad, hasta que al estar más cerca vió al hombre que se había aparecido en sus sueños, no hace mucho
—¡Abuelo!— llamó la menor, corriendo a darle un abrazo.
El Lupin agarró a su nieta, levantandola en sus brazos para hablar más cómodamente con ella.
—No sabes cuanto tiempo te he hechado de menos, lobita— dejó un beso en su mejilla al ver a su descendiente.
—¿Sabes abuelo?, Tenias razón — aseguró viéndolo.
—¿Razón?—cuestionó extrañado —¿en qué?.
—No todo era lo que yo creía.—pausó.—Me dijiste que confiara en mi instinto y no me dejara llevar por mentiras. Tenías razon yo veía a mamá y a Fred muy juntos y resultó siendo mi padre — explicó con una risa leve— Supongo que tu ya lo debías de saber, pues lo sabes todo.
Remus imitó su risa bajandola, y agarrando su mano para llevarla a dar un paseo.
—Si, claro que lo se todo lobita, pero no puedo decirlo — informó mientras caminaba con ella— Ven, quiero enseñarte algo.
Caminaron un poco más, hasta que el hombre examinó el terreno y vio que era el adecuado. Chasqueó sus dedos, haciendo que el lugar que predominaba de blanco, esta vez fuese remplazado por un gran árbol con gruesas ramas.
—¿que es esto abuelo?— preguntó confundida la menor.
—Confía en mi y sigueme— pidió sin soltar el agarre de sus manos—¿Ves eso? Cuando vayas a Hogwarts lo conocerás, es el Sauce Boxeador o más bien conocido como casa de los gritos.
—¿Casa de los gritos?— frunció el ceño al nunca haber escuchado ese nombre.
Remus asintió y con cuidado de que ninguna rama los desplazara hacia atrás, burló el árbol como tantas veces lo había hecho en su adolescencia y se adentró junto a su nieta.
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𝖤𝖥𝖨𝖬𝖤𝖱𝖮-𝖥𝗋𝖾𝖽 𝖶𝖾𝖺𝗌𝗅𝖾𝗒
Fanfiction-"Los amores eternos son los más breves" ............... 5 años después de la Guerra, todo el mundo mágico se encuentra en total paz y tranquilidad. La tienda de los gemelos, Sortilegios Weasley resultó ser un éxito. George, se encontraba en una rel...