-"Los amores eternos son los más breves"
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5 años después de la Guerra, todo el mundo mágico se encuentra en total paz y tranquilidad.
La tienda de los gemelos, Sortilegios Weasley resultó ser un éxito. George, se encontraba en una rel...
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Sus días habían comenzado a cobrar sentido, tenia una razón por la cual levantarse cada mañana. Diria incluso que irradiaba de felicidad si no fuera porque su hija no estaba en sus brazo, extrañaba con ansias a su calabacita y no podía esperar el día en el que por fin la encontrarán y el o la culpable de esto pagara por todo el daño que les hizo sufrir. Solo pedía que su hija estuviera bien.
La razón de la boba sonrisa que se le instauraba en el rostro tenía nombre, segundo nombre y apellido.
Elizabeth Hope Lupin
Estaba completamente enamorado de ella. No recordaba el pasado que tuvo que afrontar y vivir a su lado, ni siquiera recordaba la presencia de la azabache en su adolescencia. Una de las mayores razones por las que aceptó iniciar el tratamiento que Diggory había realizado, deseaba recuperar en mayoría los recuerdos de toda una vida con la mujer que amaba, pues si estaba seguro de que la amaba ahora estaba completamente asegurado que la habría amado en un pasado e incluso la amara en un futuro.
La vida les puso a la pareja demasiados obstáculos para estar juntos, pero su amor era tan sumamente grande que consiguieron vencerlos todos y cada uno de ellos para reencontrarse.
Era completamente consciente de que la mujer estaba en una relación con el Wood, pero también sabía que ella no lo amaba completamente, pues veía como esta no expresaba sentimientos ni emociones románticas al estar a su lado. Siempre estaban separados, debido al trabajo de Oliver y las relaciones a distancia eran algo que no solía funcionar con facilidad. Se sentia mala persona si dijera que le gustaría que rompieran, pero era cierto. Si tal vez se separaban Elizabeth y el por fin podrían tener esa ansiada segunda oportunidad.
El la amaba, incondicionalmente y esperaba que ella lo hiciera igual.
Cuando le correspondió el beso se sintió el hombre más feliz y afortunado que vivía en La Tierra. Cuando sus acaramelados labios se posaron sobre los suyos, creyó estar en una nube olvidando todo lo malo y las desgracias que estaban sucediendo en este momento. Cuando sus fosas nasales captaron el olor a lavanda que emanaba la mujer pudo confirmarlo todo.
Ahora todo tenía sentido. Cada vez que Jessica le daba su "pocion" esta desprendía un leve olor a lavanda y ahora estaba totalmente seguro el por qué de ese olor.
Le pertenecía a la mujer que amaba y a la que siempre amó y amará.
Al separarse y ver sus perlas de chocolate que capturaban un brillo sintió las verdaderas "mariposas en el estómago". Se quedó mirándola varios segundos tratando de capturar el mágico momento que compartían los dos enamorados.
Aún con Jessica lejos y fuera de peligro, seguía teniendo ese miedo que suponía que no se iría de su lado jamás. Tenia miedo de olvidar todos los momentos que compartió con la mujer que amaba. Miedo de un día despertar y olvidar su preciosa sonrisa y sus perlas chocolatadas en las que solía perderse. Miedo de olvidar a la hermosa hija que ambos tuvieron juntos.
