𝖤𝖥𝖨𝖬𝖤𝖱𝖮-𝖥𝗋𝖾𝖽 𝖶𝖾𝖺𝗌𝗅𝖾𝗒

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Esperaba ansiosa que el sanador saliera de la habitación que le habían asignado al joven. Aparentemente era la vieja habitación de Charlie Weasley quien la dejó libre cuando se mudó de casa.

El pelirrojo a su lado, la tomo de los hombros para tranquilizarlo y dejó un cariñoso beso en su mejilla. Inconscientemente llevó una mano al vientre de la mujer y sonrió al pensar en cómo vería crecer a otro hijo de ambos, parecía que estuviera viviendo un sueño.

Le encantaría la idea de tener un hijo con la azabache, pero con la emoción que le dio el momento no se centró en preguntarle que era lo que ella realmente quería.

Apoyaría su desicion  fuese cual fuese, pues en realidad era su cuerpo quien iba a cambiar

—Lizzie— llamó el hombre, encontrándose con la preocupada mirada de la mujer— Se que no es el mejor momento para hablar dr este tema, pero con la emoción del momento se me olvido preguntarte..

La mujer giró encontrándose con el rostro nervioso del pelirrojo que se rascaba la nuca mirando al suelo.

—¿Que quieres decir Freddie?— preguntó confundida la mujer, con la cabeza aún en su hija y el joven que encontraron.

—¿Tu quieres tener al feto..?— preguntó algo nervioso — Con la emoción y sorpresa del momento se me olvidó preguntarte.., y quiero que sepas que apoyare cualquiera de tus decisiones—pausó asegurando— Tendras siempre mi mano apoyandote , te la extenderé en la camilla de la sala de abortos para que sepas que estoy allí apoyandote o te la extendere en la sala de partos para que la aprietes cada que te de una contracción.—

Elizabeth sonrió al escuchar al hombre, y acarició sus mejillas con cariño para después atraerlo y robarle un dulce beso, que ambos disfrutaron felices por fin.

—Lo quiero tener Fred—aseguró una vez se separó del beso, sonriendole al chico — Y gracias por todo.

—Perfecto, preciosa—dejó un beso en su frente y su mirada tuvo que pasar de los ojos chocolatadas a el sanador que salía de la puerta colocándose bien la bata que portaba.

Elizabeth se giró, viendo como el hombre salía de la puerta y su mirada reflejaba ansias de saber que había ocurrido.

Diggory, cerró la puerta tras el, cuando terminó de inspeccionar al chico.

—¿como esta, cedric?— preguntó preocupada, mirándolo con angustia.

—El joven fue muy valiente— aseguró con una sonrisa algo apenada— se ve que se informó sobre las apariciones, tenía la teoría pero la práctica le fallaba por lo que sufrió una desaparición.— Elizabeth y Fred escuchaban con atención las palabras del sanador,  preocupados por el chico— Una de sus costillas se fracturó, y se rompió el radio.— pausó  preparándose para dar una noticia aún peor— su cuerpo tiene varias heridas, que aún no logró identificar de que son pero están muy infectadas. También cuenta con varios hematomas en su piel. Hize todo lo que pude..