Capítulo V

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Capítulo V: Aquel que es el hijo de Zeus

Athena sintió aquellos devastadores terremotos y tsunamis a la vez. Parecía que su cuerpo iba a caerse y estallar en miles de fragmentos, que se regarían por todo el piso de piedra, sin embargo, dos personas intervinieron para ayudarla, llevándola hasta su Trono y sentándola en el mismo. Alzó la mirada, la cual se hallaba borrosa, como si una niebla se hubiera apoderado de su vista y notó a un peli castaño y otro de cabello azul. Ambos portaban Armaduras, aunque el primero llevaba la de Sagitario y la otra parecía más "imperial", por lo que el primero se arrodilló ante ella.

- ¿Necesita algo, Señorita Athena?.- Preguntó el castaño a ella, quien negó con la cabeza.

- No descuida, Seiya, estoy bien.- Respondió pero el Antiguo Caballero de Pegaso pasó su mano por la frente de la chica.

- Estás con frío, será mejor que vayas a descansar. Ahora.- Sugirió el muchacho pero ella se negaba con dejar el lugar mientras que la Tierra estaba sufriendo.

- Señorita Athena, con el debido respeto, debe hacerle caso al Caballero Seiya de Sagitario, es lo mismo que he estado sintiendo: La merma de mi poder sobre los Mares y Océanos.- Intervino Poseidón. Aquel joven peli azul hablaba con un tono educado y venía acompañado por sus Generales, entre ellos estaba Sorrento de Sirena y Thetis, quien era su Teniente de mayor confianza junto al joven de Austria. Dio un paso al frente, siempre escoltado por aquellos dos Generales y tomó la mano de la Diosa en señal de respeto.-

Ella sonrió, reconocía la veracidad en las palabras de aquellas personas, sin embargo, tampoco podía dejar su labor como Diosa. El Mundo estaba pasando por un mal momento, uno del que la propia Historia iba a contar para más adelante en el Futuro. Le costaba dejar atrás los terremotos y demás desastres naturales que habían azotado diversos países, incluyendo Atenas y Royal Woods. Fue entonces que negó con la cabeza, no se iba a retirar a los "Aposentos" que tenía más adelante, permanecería en pie y dirigiendo el Santuario como siempre había hecho.

- Es obvio que el que está detrás de todo esto tiene un verdadero motivo, así que deberemos estar atentos para cuando llegue la hora de combatir, amigos.- Se dirigió la peli lila a los presentes, desde sus Caballeros de las distintas "Órdenes", así como también al Emperador Poseidón y sus Generales.- Sea lo que sea que está atacando a la Tierra, vamos a tener que tener todas nuestras defensas preparadas.- Anunció ella con un tono serio, mientras que un intenso viento comenzaba a soplar por los alrededores del Santuario.

Eris permanecía en su habitación, observaba con beneplácito la destrucción que Zeus, Hera y Deméter habían lanzado contra la Humanidad y para ello, había pedido a Chronos que trajera uno de sus "Orbes" con los que iban a poder ser testigos sus "Santos Fantasma" de lo que seguía cayendo sobre aquellos "brutos" humanos. Además de ello, también pudieron ver a cierto albino y su escolta peli negro-gris, los cuales estaban dentro de una ciudad devastada por los terremotos, algo que llamó la atención de Jäger de Orión, el cual se acercó para contemplar aún más al hijo de los "Señores del Olimpo".

- Nunca creí que Geo pudiera tomar el manto de guerra y enfrentarse a uno de los Dioses que nos ha traicionado.- Especuló la peli negra con desdén y burla en su voz.

- Nadie aquí se ha esperado algo así.- Sostuvo Jäger, quien se encogió de hombros y lanzó una risa por lo bajo.- Es un chico inexperto aún. Si tanto están desesperados Zeus y Hera, entonces nos hubieran enviado a nosotros para combatir al Emperador Hades.- Habló aquel peli negro, ahora, con un tono serio en su voz.

Una serie de pisadas llamaron la atención de los reunidos, quienes se voltearon, sintiendo una extraña presencia bélica, una tensión que podría estallar como un polvorín que necesitaba, tan solo, una mecha. Delante de ellos vieron llegar a cierto Dios con Armadura y Casco Hoplita, el cual los miraba con detenimiento, sus ojos parecían centellar cual tormenta que se avecinaba y además de sostener una Espada en su funda. Uno de los "Santos Fantasma" se interpuso, listo para defender a su Diosa pero Eris le calmó al reconocer al "recién llegado".

Saint Simpson-Louds: Saga de ZeusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora