Capítulo X

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Capítulo X: Acto de Guerra

Cuando tienes la sensación de que algo va a pasarle a una persona que quieres mucho, es cuando tienes al Tiempo en tu contra. El Reloj comienza a ir más lento, se ralentiza y aquello le estaba ocurriendo al joven Lincoln Loud, quien ingresó con un grupo de sus hermanas al Palacio Imperial, dirigiéndose hacia el Salón del Trono, donde Geo había entrado para asesinar a la Diosa de cabellos lila.

Dentro de aquel recinto, los Caballeros que la protegían habían sido emboscados por los atacantes, quienes ingresaron en distintas oleadas para distraerlos y así darle la vía libre a su "Comandante". Frente a frente, Athena observó y contempló a su rival, aquel muchacho albino y pudo sentir el odio que destilaba desde lo más profundo de su alma. Caminó y ladeó la cabeza de un lado para el otro, silencioso como un gato pero letal como un tigre que acechaba a su presa. Sus ojos estaban clavados cual dagas en los de Saori, pero ésta no parecía temer a nada.

- ¿Así que...Athena, estás lista para recibir el castigo de los Dioses por tu traición?.- Preguntó el chico, apuntándole con la punta de su Espada, la cual iba hacia su pecho.

Ella no dijo nada, por unos momentos, hasta que abrió sus bellos ojos, enfocándose en aquel joven albino.

- Yo nunca traicioné a nadie, elegí con cuál debía estar y esa es la Humanidad.- Respondió, pero en ese momento, Geo cargó contra ella.

- Qué malas palabras has escogido, Athena.- Sentenció y estaba por asestarle un golpe mortal, sin embargo, alguien se interpuso en su camino, desviando con un feroz mandoble el impacto y provocando que el metal chirriara a más no poder.- ¿Qué? ¡¿Tú de nuevo, Hades?!.- Preguntó con furia y odio en ser, mientras que lo echaba de una patada y de su mano derecha resplandecía un feroz relámpago blanco y listo para estallar.

- ¡No me esperaba de que fueras tú el que lo enviaran hasta aquí para matar a Athena, Geo!.- Exclamó el chico, mientras que trazaba un arco descendente hacia su pecho pero éste lo esquivó.

- Jejejeje, se nota que eres un perrito faldero de Athena y Poseidon, pero ¿qué importa?. Tanta ella como él van a caer, el Santuario ya no será más de la Diosa que tanto admiran los patéticos Humanos. Ustedes volverán a alabarnos a nosotros. Su "Dios" del que tanto hablan, está muerto. Nosotros somos los verdaderos y que llevábamos más tiempo en este Mundo, hasta que nos abandonaron.- Dijo el albino hijo de Zeus, cosa que dejó petrificado a Lincoln.-

- Estás loco.- Fueron las palabras que Lynn le lanzó pero éste negó.- No puedo creer lo que estés diciendo, Geo. ¡¿Acaso has perdido la razón?!.

- Para nada, hace años que mis ojos están abiertos: Todos ustedes merecen lo peor. No entiendo cómo es posible que Febo Abel y Apolo hayan fallado en su misión, pero no importa, vengaré la sangre derramada de ellos dos...¡tomando la cabeza de Athena!.- Finalizó y contra-atacó.

- ¡No te lo permitiremos!.- Le detuvo Luna, quien empleó su poder para frenar su marcha. Un feroz peso cayó encima del chico, quien estaba alzando la cabeza, intentando romper con el "asedio" pero solo más estupor le causaba en su interior.- La "Balanza de Maat" no miente: Estás lleno de Pecado, Geo. Deberías arder en lo más profundo del Infierno.- Sentenció la rockera pero, de golpe, el joven se liberó de su control, llevando a que Lincoln la salvara de un próximo ataque.

- ¡Idiotas, nadie puede oponerse a la Voluntad del "Olimpo", nadie, ni siquiera un insignificante Dios del Inframundo!.- Bramó el oponente y el rayo centelló, estalló bajo un fulgor blanco que arrojó a todos los presentes hacia atrás, dañando las columnas, partiendo el techo y llevando a que una gran cantidad de escombros regaran el piso, además de provocar la caída de varias antorchas que iluminaban el lugar. Athena dio un paso al frente, deteniendo la estocada de Geo, quedando a escasos centímetros de su pecho y sintiendo la fría punta del acero.

Saint Simpson-Louds: Saga de ZeusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora